Las ganancias de Tesla han caído un 71% en los primeros tres meses del año, por lo que Elon Musk pasará menos tiempo en Washington de la mano de Donald Trump, para poder encargarse de sus asuntos empresariales. Recordemos que hace unas semanas, Musk fue destituido de su cargo como jefe en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) para poder encargarse de Tesla y solucionar directamente las caídas significativas.
Recientemente, Musk realizó una conferencia telefónica a los analistas de Wall Street, donde mencionó varios puntos importantes acerca de su destino empresarial. Anunció que seguirá dedicando “uno o dos días a la semana” a asuntos relacionados con el mandato de Trump, pues para él, su cargo y estrategia ha sido relevante hasta el momento, el cual ha consistido en recortar el cargo público y suprimir miles de puestos de trabajo en el gobierno federal.
Respecto a Tesla, confirmó que había ganado 409 millones de dólares, en comparación a los 1400 millones que registró en el primer trimestre de 2024 .Esta fuerte disminución en las ganancias se atribuye a menores precios de venta promedio, incentivos para impulsar las ventas y una caída en las entregas de vehículos.
Cortes en innovación
Tesla enfrenta una falta considerable de nuevos modelos para este 2025, lo que está afectando su competitividad. Su gama actual solo está compuesta por el Model 3, Model Y, Model S y Model X, la cual se ha quedado envejecida, con actualizaciones superficiales que no aportan algo significativo al mercado.
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La falta de lanzamientos nuevos y significativos limita la oferta de Tesla, pues se enfrenta a la fuerte competencia de fabricantes chinos que lanzan vehículos más accesibles y modernos. Esto está provocando una caída en las ventas, especialmente en sus mercados clave. Recién, se anunció el retraso del proyecto del Cybercab, un vehículo autónomo programado para el 2026, lo cual reafirma y pone en duda el compromiso de Tesla.
Crear un vehículo de menor costo
El equipo de Tesla habló sobre comenzar a producir un vehículo de menor costo a finales de junio, para que más personas pudieran tener acceso a esta evolución automovilística y así ellos tengan la posibilidad de reactivar sus ventas, sin embargo, la empresa no ha mostrado prototipos ni detalles sobre el auto.
El esperado Tesla Model Q, ha sufrido retraso tras retraso, además, este modelo no será un coche completamente nuevo, sino una versión reducida y simplificada del Model Y. A pesar de ello, los analistas del mercado ponen en duda esta propuesta, pues no creen que el vehículo con tales características y en producción masiva esté disponible próximamente. Además de que el objetivo del precio busca ser inferior a los 30,000 dólares antes de incentivos.
El vicepresidente de ingeniería de Tesla, Lars Moravy, ha indicado que el mayor desafío ha sido ajustar el diseño para que encaje en las líneas de producción actuales sin sacrificar calidad ni presentaciones, buscando ofrecer un coche competitivo y accesible. Además, Tesla ha invertido en baterías más económicas y duraderas, como las de litio, hierro y fosfato (LFO), que ayudarán a reducir los costos y mantener la autonomía y fiabilidad del vehículo.
Waymo y Tesla
Las dos compañías se encuentran en competencia directa y Tesla busca superar a Waymo. Ambos están enfocados en el desarrollo de la conducción autónoma, pero con enfoques y estrategias muy diferentes.
Wayno se enfoca en la conducción autónoma de nivel 4, con vehículos robotaxi totalmente autónomos que operan sin conductor en ciudades como San Francisco, Los Ángeles, Phoenix y próximamente en Washington y Miami. Los coches de la compañía son extremadamente costosos -alrededor de 200,000 dólares por unidad-. El servicio de taxi ya realiza cientos de miles de viajes semanales y está cerrando tratos con Uber para expandir la zona de operación.
Por su parte, Tesla apuesta por un enfoque basado principalmente en cámaras, con un sistema llamado Full Self-Driving (FSD) el cual ofrece autonomía de nivel 2, por lo que requiere supervisión humana. Tesla busca una solución más económica que integre la tecnología total de su vehículos. A pesar de que se encuentran en pruebas para lanzar su servicio de robotaxis, todavía no ha alcanzado la autonomía total, ni la operación sin conductor que Waymo ya tiene en marcha.
Esta situación genera presión económica sobre Tesla, pues debe invertir grandes recursos para no quedarse atrás en la carrera de conducción autónoma, mientras Wayno avanza a pasos grandes y rápidos en tratos y tecnología de vanguardia.
Cybertruck el factor más desastroso
El Cybertruck prometía ser un modelo clave para Tesla y ha tenido un desempeño muy por debajo de las expectativas, con ventas que cayeron un 32.5% en los primeros meses de 2025 y cifras trimestrales muy bajas, entre 9,000 y 12,000 unidades, muy lejos de las proyecciones iniciales de Elon Musk.
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Tesla ha tenido que detener entregas y llamar a revisión a casi todos los Cybertruck producidos en Estados Unidos debido a los defectos graves, como el panel exterior que puede desprenderse mientras el vehículo estopa en movimiento, lo que representa un riesgo grande de seguridad. Estos problemas de calidad y seguridad, junto con fallos en el pedal del acelerador y otros defectos, han afectado la confianza de los consumidores y han generado un inventario acumulado de vehículos no vendidos.
Tesla nada contracorriente
Musk ha sido el líder de esta serie de fracasos, pues se ha enfocado en controversias políticas y carga de trabajo que no repercute de forma favorable a sus empresas. Sus asesores le han dicho que deje su trabajo con Trump y se enfoque en lo suyo, pero no ha hecho caso. No sabemos sí esta situación de Tesla le preocupe o cuáles sean sus verdaderos intereses, aunque no se ve que quiera ponerle fin a su carrera en la política.
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Su apoyo a la extrema derecha y BYD es de sus principales pesadillas, uno por decisión propia y otro porque le están comiendo la cartera. La competencia de los vehículos eléctricos cada vez aumenta más y Tesla se está quedando atrás, a pesar de todavía permanecer dentro de las compañías más influyentes, otras automotrices están entrando a la industria eléctrica y podría traer fuertes repercusiones si sigue sin ponerse al corriente.
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