Aranceles en pausa� s�lo para gadgets: Trump suaviza el golpe y salva al iPhone

¡¡Se salvó el iPhone!! En un giro inesperado, el presidente Donald Trump anunció una pausa en los aranceles contra ciertos productos chinos, justo cuando se esperaba la entrada en vigor de una tarifa del 125% para importaciones clave.

 

¿La buena noticia? Gadgets como el iPhone, laptops y otros dispositivos electrónicos salieron ilesos —al menos por ahora.

 

Este anuncio llega tras semanas de tensión comercial y declaraciones duras desde Washington. El gobierno estadounidense busca presionar a China en temas como propiedad intelectual y manufactura, pero el impacto económico de un arancel tan agresivo había levantado alarmas, incluso entre empresas estadounidenses.

 

¿Qué se salva de los aranceles?
 

Los productos electrónicos —como smartphones, computadoras y tablets— fueron excluidos de la primera fase de tarifas. Según fuentes del gobierno citadas por The Guardian, esta exención responde al riesgo de desestabilizar el mercado tecnológico y elevar de manera drástica los precios para los consumidores. Un golpe directo al iPhone, por ejemplo, habría podido encarecerlo hasta en 400 dólares, según estimaciones de analistas.

 

Sin embargo, se trata solo de un respiro temporal. La pausa tiene una duración inicial de 90 días y está sujeta a revisión. Durante ese periodo, la administración buscará “nuevos términos” con los fabricantes y espera que empresas como Apple incrementen su producción doméstica.

 

Aunque el propio Trump ha insistido en que Estados Unidos tiene el talento y los recursos para fabricar iPhones en casa, líderes del sector y analistas lo consideran poco viable a corto plazo.
 

 

China, en la mira

Mientras los electrónicos se salvan, otros sectores no corren con la misma suerte. Productos como acero, aluminio, baterías, textiles y autopartes sí enfrentarán el nuevo arancel del 125%, una medida que forma parte de la narrativa “America First” que Trump ha retomado con fuerza rumbo a las elecciones.
 

Aunque la tecnología se libra del golpe, la incertidumbre permanece. Por ahora pueden seguir comprando gadgets sin un aumento brutal en el precio pero si las negociaciones no avanzan, la exención podría desaparecer tan rápido como llegó.

 

Así que sí: el iPhone se salvó… pero la guerra comercial apenas comienza.

 

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