Para cerrar el año con conciencia, Audi lanza una campaña que nos parece efectiva y suficiente. Pese a retomar los valores universales para hacer un anuncio comercial o de posicionamiento, lo hace con respeto a la audiencia y con un mensaje estructurado para ser entendido y disfrutado por todas las edades.
“Jugar, como conducir, no debería entender de género”, es la reflexión con la que nos deja el video.
Primero vemos a una muñeca de juguete que, inconforme con su carroza mágica, toma una hilera de foquitos y se lanza con ella hasta el otro lado, uno iluminado de color azul (por supuesto de ese color para indicar que son juguetes “masculinos”).
Una vez en el lado de los chicos, la muñeca busca un vehículo para pasear, hasta que se topa con un Audi R8 que le abre la puerta del copiloto, este es uno de los puntos más interesantes, porque la muñeca rechaza subir y en cambio aborda como piloto.
El video va más allá, sin abusar del sermón moral. La muñeca entra en una carrera de velocidad contra un pequeño monoplaza que nos remonta a los Formula 1. Así, el video no solo se enfoca en la conducción, sino en lo importante que es la libertad de elegir juguetes y actividades porque serán determinantes en el futuro de los niños, además podría leerse un guiño o segundo discurso como la inclusión de las chicas al Gran Premio.
Pero no todo es cosa de chicas, el video en verdad logra un equilibrio de género, hay tomas rápidas pero con el mensaje suficiente para entenderlo, por ejemplo, vemos a un muñeco de acción, tipo soldado, bebiendo una taza de té en el lado “femenino”.
Finalmente, un niño se acerca al súper para elegir un juguete y encuentra el Audi con la muñeca dentro. La combinación parece gustarle y decide llevarse ambos.
