Uber suma una polémica más. En medio de las protestas en contra del decreto del presidente Donald Trump que prohibe temporalmente la entrada a Estados Unidos a migrantes que profesan la religión musulmana, la empresa es acusada de boicotear la huelga que taxistas de la ciudad de Nueva York emprendieron para condenar la orden del Ejecutivo el pasado fin de semana.
La crispación inició el pasado sábado 28 de enero, cuando tras darse a conocer la orden para prohibir la entrada a migrantes –con o sin visado– de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, el sindicato de taxistas de Nueva York anunció que no realizaría servicios en el aeropuerto John F. Kennedy como muestra de solidaridad con los manifestantes. Uber respondió anunciando que aunque seguiría dando servicios en el aeropuerto, inhabilitaría su cobro con tarifa dinámica.