Las tiendas de ropa del futuro podrían dar un giro diferente al que conocemos gracias a tecnologías de realidad aumentada, como la que implementó Toshiba en el CES, con la cual la gente puede probarse la ropa sin tocarla, al menos en apariencia. Por supuesto que este tipo de realidad virtual no considera medidas ni la forma del cuerpo de las personas (hasta ahora) pero, sin duda, podría motivar a más de uno a comprar alguna prenda o por lo menos despertar el interés de algunos por la tienda. Este tipo de propuestas no solamente se dejaron ver en la industria de la moda sino también en el de la belleza con un simulador de Panasonic, algo que sin duda nos habla del enorme potencial que tiene para el mercado femenino.
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