Meta, a través de Mark Zuckerberg, ofreció cerca de mil millones de dólares para intentar resolver la demanda antimonopolio presentada por la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de esta oferta y otros esfuerzos de negociación, la FTC se mantuvo firme en su posición de llevar el caso a juicio.
La demanda antimonopolio acusa a Meta de haber adquirido Instagram en 2012 por mil millones de dólares y WhatsApp en 2014 por 19 mil millones, con la intención de eliminar la competencia y mantener el monopolio en el mercado de redes sociales. La FTC busca que Meta se desprenda de estas plataformas para restablecer la competencia.
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Incluso Zuckerberg ha buscado la ayuda de Donald Trump, pues han buscado que Meta establezca vínculos con políticos y financieros. Sin embargo, la FTC se mantuvo firme y rechazó la oferta, continuando con el proceso judicial que podría obligar a Meta a desprenderse de Instagram y WhatsApp.
Antes del juicio, Zuckerberg elevó la oferta a cerca de mil millones de dólares y realizó esfuerzos de cabildeo, incluyendo los acercamientos políticos con el ex presidente Donald Trump. Estos esfuerzos tuvieron cenas privadas , aportaciones financieras al fondo para la investidura de Trump, nombramientos de aliados republicanos en Meta y ajustes en las políticas de moderación de contenidos para ganar apoyo político y resolver el caso fuera de tribunales.