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Super Meat Boy


Super Meat Boy es uno de los juegos de plataformas mejor diseñados. También es uno complicadísimo.

por: Allan Vélez Allan Vélez

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La primera vez que escuché hablar sobre Super Meat Boy fue en aquel grandioso documental sobre desarrollo de videojuegos independientes: Indie Game - The Movie. Ahí sus creadores explican que pretendían hacer un juego que ellos quisieran jugar. Tras jugar Super Meat Boy en repetidas ocasiones, pienso que los cabecillas detrás de Team Meat deben ser unos masoquistas, pero también jugadores sumamente perseverantes pues, Super Meat Boy es un juego de prueba y error. ¿Cómo le haces para hacer que el trozo de carne que controlas sea capaz de llegar a aquella plataforma sin ser serruchado en el camino? ¿Cuál es el momento preciso para presionar el botón de salto? ¿Es importante correr todo el tiempo? Super Meat Boy es un juego que requiere observación, precisión en los movimientos y perseverancia, mucha perseverancia.

 

En la escuela del castigo

No me considero un jugador precisamente habilidoso, pero sí me gusta que los juegos me pongan a prueba. Super Meat Boy lo hace, pero no de una forma en la que sienta que el juego es brutal conmigo solo porque sí. De hecho, sin ser un juego necesariamente didáctico, hace lo suficiente por enseñarte a jugar. Los primeros niveles son un extenso tutorial sobre las mecánicas que encontrarás. Todo fluye y un jugador de mediana habilidad no requerirá más de un par de intentos para superar los primeros niveles. Entonces la cosa se pone compleja al punto que continuar es un acto de perseverancia. Pero, llegar con éxito al punto final de cada nivel es increíblemente satisfactorio, sobre todo porque si las cosas salieron bien el crédito es todo tuyo. No entiendo casi nada de psicología, pero supongo que tener éxito en lo que sea que nos propongamos debe liberar algún tipo de placer en el cerebro. Lo digo porque, bueno, siempre que termino un nivel de Super Meat Boy me siento un poco mejor que cuando empecé. Lo malo es que el juego tiene 300 niveles y la dificultad es secuencial y, probablemente, exponencial si exploras los niveles del Mundo Oscuro.

 

Tocar alguna de las sierras ensangrentadas significa empezar otra vez. Y este es un nivel fácil.

 

Super Meat Boy también es un videojuego de plataformas increíbles. Creo que cualquier lista que enumere los mejores títulos del género y omita a Super Meat Boy perdería credibilidad. Y no es solo lo elaborado de sus niveles o lo preciso de su gameplay, sino todo el valor de rejugabilidad que contiene. Quien se enamore de Super Meat Boy será bien correspondido: el juego está plagado de coleccionables y abundan los secretos.

 

El cubo rosado es la novia de Super Meat Boy. Él es de carne, ella de bendas. Inolvidables.

 

Al final, creo que el éxito que Super Meat Boy tenga en cada jugador dependerá completamente de los gustos de cada uno, pues el título prácticamente carece de defectos. Si rondas los 30 años de edad y creciste en la escuela del castigo eterno de juegos como Super Castlevania, Donkey Kong Country y Sonic o simplemente buscas un juego bien hecho, Super Meat Boy te hará feliz.

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