- Casi puedes hacer lo que quieras
- Lleno de humor
- Pausa entretenida
- Los fanáticos lo sentirán simplón
Entre Parentesis
Un juego nada serio, pero completamente entretenido. Si lo tuyo es apretar botones a lo loco o andar de anarquista errático de aquí a allá, Dead Rising 4 es para ti. No olvides forrar un santaclós con explosivos o tomarte una selfie con algún zombi desnucado.
Mientras juego Dead Rising 4 Carla, mi novia, me dice que ese juego sí le gustaría jugarlo y me pregunta si es difícil. Es una frase que rara vez escucho de ella.
–¿Qué es lo que te gusta del juego?– le pregunto.
–Todas las cositas que puedes recoger– me dice.
West, acribillando zombis con una ballesta que dispara fuegos artificiales. Quién sabe cómo cabecearía el Metro.
Frank West, el fotoperiodista que protagoniza el juego y que por su lenguaje me parece que inevitablemente trabaja en un periódico como el Metro, acababa de recoger un Santaclós forrado con algún explosivo. Antes me había visto blandir dos espadas, una de fuego y otra de hielo. “Además es de Navidad y te puedes tomar selfies”, me dice Carla en referencia a la ambientación de Dead Rising 4 y la cámara que acompaña a West. Me vio tomándome una selfie junto a un Santa maniático que desnuqué con una llave de plomería.
Dead Rising 4 es un juego entretenido. No tiene un sistema de juego profundo y su trama es francamente infumable, pero cuando revisé cuánto tiempo había pasado jugando, el reloj marcaba poco más de cuatro horas. Me sorprendí, pues actualmente rara vez tengo sesiones de juego así de largas, especialmente si no se trata de un multijugador en línea.
Pero, si Dead Rising 4 tiene un sistema de combate en el que prácticamente se juega a destazar zombis presionando un botón –bueno, ocasionalmente dos–, uno de análisis de pistas que hará reír a cualquiera que recuerde el Modo Detective de la serie Batman Arkham, y otro de creación de ítems limitado a encontrar el plano y artefactos adecuados y presionar un botón, ¿por qué me chuté cuatro horas seguidas de juego? Quizá porque su simpleza y sentido del humor hacen de Dead Rising 4 un juego liviano, y por tanto, disfrutable. Vaya, el que un juego sea simple no significa que sea malo. De hecho, ahora que lo pienso, cuando Dead Rising era un juego más complejo me sentía abrumado. Recuerdo que en Dead Rising 2 constántemente recibía mensajes con misiones complementarias: rescata a fulanito, recoge las medicinas para perenganito, asesina a sutanito… todo con un reloj que no paraba nunca, era estresante. En Dead Rising 4 no hay reloj, y aunque sí hay tareas secundarias, estas se sienten realmente opcionales. El juego sigue una narrativa bastante lineal que, ayudada de un sistema de combate simplificado, hace que el porcentaje de avance del juego aumente con soltura.
Bienvenido a Willamette, estimado periodista.
Entonces, ¿me divertí jugando Dead Rising 4? Sí, lo hice. No soy un gran seguidor de la serie, pero me parece que los desarrolladores de Capcom Vancouver fueron a la segura: crearon un juego sencillo que prioriza la diversión del jugador. Si te gustan los juegos de acción, especialmente aquellos donde se trata de despedazar zombis, es muy probable que Dead Rising 4 cumpla tus expectativas. Y si eres un seguidor de la serie, sentirás este como el más ligero.
–Y cuando pones pausa suena música de Navidad– dice Carla
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