La ventaja más llamativa de la Sony Bravia W800C es que si tienes un teléfono celular Android, prácticamente ya sabes como utilizar las funciones “inteligentes” de tu TV. Es algo que vas a valorar, sobre todo cuando después de un día largo quieras relajarte viendo esa película que no está en Netflix y que puedes buscar desde tu teléfono en Google Play y reproducir en tu TV. Y es algo que vas a valorar todavía más si te desgasta la idea de pensar en tener que aprender una interfaz –mal diseñada, como ocurre con la mayoría de las televisiones inteligentes– que transforma algo tan supuestamente relajante como ver la TV, en algo tan frustrante que preferirás apagar la televisión. Por otra parte, prácticamente todas las aplicaciones que querrás utilizar en tu televisión, es decir, Netflix o YouTube primordialmente, tienen exactamente la misma interfaz que ya conoces, y que además, puedes controlar desde tu teléfono sin importar si es Android o iOS. Sí, así es como debe ser el paraíso de la televisión.

Fuera de la benéfica inserción de Android TV, la Sony W800C es una televisión bastante recomendable. Su diseño mantiene la misma línea elegante y minimalista presente en otras televisiones Bravia, y por el diseño de su base puede lucir bastante bien en casi cualquier tipo de estante, mesa o centro de entretenimiento. La W800C también es una televisión bastante delgada, pues su grosor no rebasa los 191 milímetros.

Por fuera es bonita, pero sus entrañas están a todo dar.

Quizá el punto “débil” del modelo W800C es que su resolución es Full HD y no 4K, aunque personalmente defiendo totalmente la compra de televisores Full HD pues prácticamente todos los contenidos se siguen grabando en 1080p. Además, considerando que el modelo tiene un precio cercano a los 14 mil pesos, y tomando en cuenta que es una TV de 50 pulgadas, juzgo que se trata de una opción estupenda.

Fuera de ese detalle, existe un segundo aspecto que podría hacerte reconsiderar adquirir esta TV. Si bien los colores y contraste de la televisión funcionan de forma estupenda en una habitación con luz artificial, someterla a un poco de luz ambiental modifica la calidad de la imagen de forma notoria, por lo que si estás considerando esta televisión para una habitación caracterizada por un enorme ventanal, será mejor que consideres otra televisión… o mudarte de departamento. Por otra parte, este modelo no goza del mejor ángulo de visión. De hecho, al probarla noté que la percepción de los colores suele modificarse cuando la imagen se aprecia desde distintos ángulos. Si bien considero que este aspecto no es un fallo determinante pues no conozco a nadie que tenga una habitación con una hilera de 45 butacas, es otro punto que sugiero tomar en cuenta al considerar esta TV como la próxima adición a la sala. Para constatar lo que comunico, sugiero echar un vistazo a esta TV en la sala de exhibición de cualquier tienda y moverse sobre 90 grados para que juzgar si esta deficiencia debe alterar tu decisión de compra.

El ojo de este periquito todo lo ve, incluso las deficiencias en el ángulo de visión de la Bravia W800C.

¡Una cosa más! La Sony Bravia W800C es una de las pocas televisiones de fabricación reciente que reproduce video en 3D. Lo sé, el 3D es una característica que hace mucho pasó a desuso, pero que quizá sea una adición a considerar si tienes una colección de Blu-rays compatibles con 3D. Eso sí, la TV no incluye gafas, así que tendrás que comprar unas por separado, y por lo que más quieras... no te vueles las de Cinemex.

Una TV que te resultará familiar

En general, sugiero la Sony Bravia W800C si te encuentras en búsqueda de una TV de 50 pulgadas que pueda reproducir Netflix, YouTube e incluso juegos de Google Play sin la necesidad de utilizar un reproductor multimedia, como Chromecast, Apple TV o Roku. Desde luego, si eres un usuario de Android o estás familiarizado con la plataforma, sentirás familiar a esta TV tan pronto la saques de su caja.