- Duración de batería
- Instalación fácil y rápida
- Diseño
- Adaptador para carga
- Sensibilidad de la pantalla
Entre Parentesis
Si estás pensando en comprarla, es muy importante que tengas muy claro el tipo de uso que le quieres dar pues con el auge de los relojes inteligentes la gente piensa que todo lo que va en la muñeca y tiene pantalla sirve para lo mismo, pero no. Fitbit alta es un excelente accesorio para los que están poco o muy involucrados con su actividad física diaria, para alguien que lo que busca es la tendencia de los relojes inteligentes para usar aplicaciones y revisar contenido del celular desde la muñeca, hay otras opciones.
Diseño discreto pero muy resistente
Cuando veía a personas usando pulseras deportivas pensaba que para gastar dinero en un accesorio tecnológico valía más la pena hacer la inversión en un smartwatch, algo que tuviera una pantalla más atractiva y con mayor conectividad. Llevo usando bandas deportivas Fitbit por más de dos meses y me doy cuenta que estaba equivocado, no porque uno sea mejor que otro sino porque las bandas deportivas satisfacen las necesidades de un perfil de usuario diferente.
Para empezar su diseño es mucho más discreto y cómodo sin perder de vista la función para la que fueron creados. Fitbit alta es un ejemplo de ello, pues cumple con todos los requerimientos que personalmente busco en un wearable: es cómodo, su correa no se desabrocha con facilidad (así perdí uno de otra marca) y se puede personalizar con bandas de colores o diferentes materiales. Esto es bueno porque igual combina con un look casual o uno formal, sobre todo si compras alguna de las correas de piel.
No es resistente al agua, así que no es un wearable con el que te puedes meter a nadar pero si le cae un poco de lluvia o sudas demasiado al hacer ejercicio no le va a pasar nadar.
Te mantiene informado
Su pantalla es muy sencilla, la información se despliega con LEDs color blanco sobre un fondo completamente negro. Si quieres ver la hora o checar algún dato de tu actividad física solo debes alzar la mano como lo haces con un reloj tradicional y los sensores de la Fitbit encienden la pantalla automáticamente. Si quieres recorrer sobre las diferentes opciones, solo debes tocar dos veces suavemente la parte inferior de la pantalla y se despliega información sobre calorías quemadas, estado de la batería, pasos dados, kilómetros recorridos, entre otros.
He de confesar que la precisión de sus sensores no es tan buena como en otros wearables pues en repetidas ocasiones levantaba la mano para ver la hora y la pantalla no se encendía y también me llegó a suceder que para cambiar de una pantalla a otra no siempre me reconocía el doble toque de los dedos por lo cual tenía que intentarlo dos o tres veces.
Recibes notificaciones cuando alguien te llama por teléfono, cuando recibes un mensaje de texto o cuando es momento de levantarte y hacer algo de lo que tus retos diarios demandan, pero notificaciones de redes sociales o aplicaciones de mensajería nada. Esta es una de las cosas que podrían no encantarle a los que quieren probar la experiencia de un smartwatch pero que muchas veces no le importa a los que simplemente quieren un monitor de actividad y no tienen ningún inconveniente en seguir revisando sus notificaciones en la pantalla de celular “a la antigüita”.
Compañero de deportes
Para que puedas disfrutar todos los beneficios de esta pulsera Fitbit es necesario que descargues la aplicación de Fitbit, es gratuita y tiene versión para Mac OS X 10.6 o posteriores, iPhone 4s y posteriores, iPad de 3a generación y posteriores, Android 4.3 y posteriores y Windows 10.
La sincronización entre el celular y la aplicación se hace en no más de 15 minutos así que no necesitas ser un ingeniero o un geek experimentado para empezar a usarla, lo cual me parece súper acertado porque no todos los que quieren hacer ejercicio son necesariamente fans de la tecnología.
Al principio puede que abrume tantos menús en la app, sobre todo si nunca has usado una app deportiva, pero considero que es lo suficientemente amigable como para que en cuestión de dos días entiendas perfectamente cómo funciona. Principalmente porque la mayoría de las cosas se almacenan de forma automática para que lo único que te tenga que preocupar es caminar, moverte y dormir, la aplicación se encarga de los números y las gráficas.
En la pantalla principal tienes información en tiempo real de tus pasos diarios, los kilómetros recorridos, las calorías quemadas y los minutos que has estado activo durante el día. En la segunda sección tienes un monitor de ejercicio, la sección de registro de tus horas de sueño, tu control de peso, el registro de agua que has tomado en el día y las calorías quemadas. De todas las secciones mencionadas las únicas a las que le tienes que dedicar el tiempo para ingresar los datos de forma manual es a la de tu peso, el agua que has tomado y los alimentos que has ingerido (con lo cual calcula las calorías).
Lo anterior puede llegar a tornarse un poco tedioso porque en lo cotidiano, no tenemos la costumbre de registrar cada cuánto y en qué cantidad bebes agua o consumes algún alimento. Es una buena forma de complementar tus progresos pero, sinceramente, lo olvidamos rápido. Por todo lo demás, me encanta que reconozca automáticamente cuántas horas de sueño registras por noche y de esas horas qué porcentaje fue realmente de descanso efectivo.
Una función que la hace diferente a otras bandas y smartwatches es que reconoce automáticamente qué tipo de ejercicio estás haciendo, es decir que no tienes que ponerle si saliste a correr, estás haciendo elíptica o pesas, los sensores que le permiten reconocer estos movimientos son su acelerómetro de tres ejes y un motor de vibración.
Las cosas se hacen aún más atractivas cuando tienes amigos o conocidos con Fitbit (no importa si es otro modelo) porque puedes armar retos diarios o semanales con esas personas. Los resultados se reflejan en tiempo real en un tablero a la vista de todos y así puedes ir coleccionando insignias en tu historial de actividad física.
Varios días de ejercicio
La principal queja de todos los usuarios de smartwatches –incluído yo– es que la batería les dura muy poco tiempo y tienes que conectarlos todas las noches a la par del celular, y en el mejor de los casos, cada día y medio o dos, pero no más. En el caso de fitibit quizás no tenemos una pantalla a color ni un sistema operativo súper complejo pero a cambio tenemos una banda que basta cargar cada cinco o siete días (dependiendo del uso), lo cual es un periodo de tiempo mucho más razonable.
Utiliza un cargador especial a través de pines, así que una desventaja es que si no tienes el cargador con adaptador especial a la mano, tendrás que esperar a llegar a tu casa o al trabajo para revivirlo. Lo que ha hecho Fitbit para evitar que esto te agarre desprevenido es enviar notificaciones tanto al celular como a tu correo electrónico haciéndote saber que es momento de cargar tu pulsera.
Entonces, ¿me conviene?
Si estás pensando en comprarla o regalarla es muy importante que tengas muy claro el tipo de uso que le quieres dar pues con el auge de los relojes inteligentes la gente piensa que todo lo que va en la muñeca y tiene pantalla sirve para lo mismo, pero no. Fitbit alta es un excelente accesorio para los que están poco o muy involucrados con su actividad física diaria, para alguien que busca la tendencia de los relojes inteligentes para usar aplicaciones y revisar contenido del celular desde la muñeca, hay otras opciones.
Fitbit es una de las compañías con mejor reputación dentro del mercado deportivo así que la relación costo-beneficio de esta pulsera me parece justa. Además, debo reconocer que su aplicación, que finalmente es la que le da todo el sentido al gadget está bien hecha y facilita la consulta de información.
Si te gustó esta pulsera deportiva, la puedes adquirir aquí en Amazon