Diseño: cinco pasos adelante y dos hacia atrás

Todo indica que Samsung volvió a entender lo que la gente quería con Samsung Galaxy S6, un teléfono que tuviera el equilibrio perfecto entre plástico, cristal y metal. No cabe duda que desde el Galaxy S2 no habían logrado un teléfono que llamara tanto la atención respecto a sus competidores contemporáneos, o quizás sólo es que muchos aún no superamos el trago amargo que nos dejó el plástico perforado del Galaxy S5.

La sexta generación de la familia S apuesta por bordes curvos metálicos que, en combinación con una cubierta completamente lisa dan una excelente primera impresión, y aunque al principio pensaba que la mejor parte es que venía en cuatro colores diferentes (negro, blanco, dorado y azul) llegué a la conclusión que lo más destacable de este nuevo cuerpo es su resistencia.

 

Dimensiones: 14.3 x 7.0 cm x 6.8 mm
Peso: 138 gramos

Samsung no hizo mucho alarde de la solidez de su cuerpo durante su presentación pero recientes pruebas de resistencia han comprobado que el teléfono puede soportar los accidentes del uso diario en caídas, contacto con el agua y roce constante con objetos filosos. Esto tampoco significa que sea un todo terreno ni mucho menos indestructible, pero sí –como teléfono de gama Premium– cuenta con lo necesario para no echar por la borda más de 10 mil pesos en el primer accidente. Y sí, parece imposible pasar por alto el reciente Bend Gate por el que atravesó el teléfono en donde comparaban sus “débiles” resultados con los del iPhone 6 Plus, pero igual que en su momento lo sostuve con Apple, los resultados de estas pruebas no demuestran con certeza el desenlace que tendría el teléfono en todas las distintas actividades que realizamos.

Lo que sí lamento de este diseño es la “poca originalidad” que tuvieron para diseñar el borde inferior del teléfono, el cual parece un concepto inspirado en iPhone cuando vemos el puerto microUSB, la entrada de audífonos y la bocina; sin duda es un recurso que parecía innecesario dada la personalidad única del teléfono, aunque eso sí, se agradece que el puerto de carga ahora sea reversible de forma que ahora ya no hay manera incorrecta de conectarlo a la corriente aunque Si lo prefieres también integra un modo de carga inalámbrica.

Como segundo punto negativo también pondría la eliminación de la ranura microSD pues ésta es una de las principales ventajas de los Android, compras un teléfono de determinada categoría con la opción de potencializarla tanto como quieras para llevar películas, conciertos o toda la música que quieras sin restricciones. Ahora sólo hay modelos de 32, 64 y 128 GB, y por supuesto hay que pagar más según la capacidad que quieras.

Una pantalla que sigue manteniendo la corona para Samsung

Siempre he creído que la principal razón para elegir un teléfono Samsung es la pantalla, su tecnología Super AMOLED no tiene comparación respecto a otras marcas por muy buenas que éstas sean, no sólo es un tema de resolución (en este caso QuadHD de 1440 x 2560p) sino también en un tema de saturación de colores que hace que todo se vea más vívido y atractivo, tanto las fotografías que capturas, como los juegos y por supuesto los videos de YouTube y cualquier otra plataforma.

El tamaño de la pantalla es de 5.1 pulgadas y gracias a los bordes delgados del teléfono esto se traduce en un display de muy buen tamaño para prácticamente todo lo que buscamos en un teléfono inteligente, sin ser un equipo estorboso o difícil de llevar a todos lados. En este sentido me agrada que la marca se mantenga firme pues es el mismo tamaño de la generación anterior, aunque con mayor densidad de pixeles por pulgada pues de 432 subieron a 577, una diferencia que quizás más apantallante en la teoría que en la práctica pues de por sí la pantalla del S5 ya se veía muy bien. Aquí la ventaja es que con la popularidad que está cobrando el contenido 2K en los más recientes teléfonos, poco a poco empieza a haber más contenido en este formato con el cual sacarle provecho a la pantalla además de que está optimizado para funcionar con Samsung VR, el visor de realidad aumentada de la marca, de ahí que se necesite una súper pantalla.

El cristal que recubre este frente es Gorilla Glass 4, un cristal que si bien no es tan indestructible como exagera en su publicidad, sí es mucho más resistente que las primeras generaciones de este material. Hoy por hoy te permitirían prescindir de micas de plástico, un lujo que no te puedes dar por ejemplo con los teléfonos Sony Xperia Z.

 

Tan cerca y tan lejos de Android

Samsung es posiblemente la marca que más trabaja en la personalización de su sistema operativo, pues a pesar de que todos corren con Android, la plataforma TouchWiz de Samsung siempre llamó más la atención que la propia versión de Android. En este modelo se nota un equilibrio mucho mejor planeado entre Lollipop 5.0.2 con toda la imagen de Material Design y lo mejor del contenido propio de la marca, principalmente con todo lo relacionado al multitasking, que es algo en lo que Samsung se ha enfocado con éxito desde hace varios años.

De lo que presentaron como innovación hace dos generaciones aún tenemos Smart Stay, el botón flotante, los gestos de movimiento para rechazar y tomar llamadas, el modo privado, Easy Mode y No molestar. Y, por supuesto, no podían faltar aquellas aplicaciones que no son de nuestro gusto pues nos las imponen en el sistema y consumen espacio sin opción a eliminarse, cabe mencionar que en Lollipop éstas se pueden borrar con mayor facilidad –por lo que Samsung Galaxy S6 permitirá quitar algunas.

 

En cuanto a contenido, también cabe destacar que este es el primer modelo en el que vemos de forma completamente integrada la alianza entre Samsung y Micrososft pues aplicaciones como OneDrive y Skype también vienen preparadas en el teléfono, las cuales no representan ninguna competencia para la marca surcoreana –son más bien complementos– pues ellos no tienen servicios similares para los usuarios.

Samsung Pay

Es una lástima que en México aún estemos en pañales en pago mediante dispositivos móviles, pues uno de los grandes beneficios de los teléfonos y wearables de los últimos años es el de los pagos móviles, para lo cual han creado Samsung Pay que utiliza el sensor de huella dactilar del botón de Home, además de servir como herramienta de desbloqueo de pantalla, el cual, por cierto, funciona con mayor precisión que en generaciones anteriores.

 

Una cámara que provoca sonrisas sinceras

De lo muscho que se habló de la cámara de este teléfono fue de su diseño, muchos siguen sin apoyar la idea de que sobresalga de la superficie, pero la realidad es que el diseño es lo que menos importa cuando vemos los resultados que da este teléfono. Sus 16 megapixeles hacen que uno se olvide de cargar con cámaras extras en los viajes pues los resultados son lo suficientemente buenos para compartir en redes sociales y plataformas de fotografía, con o sin mucha luz, y eso es gracias a que el lente tiene mayor sensibilidad que en el S5, aunque eso sí, seguimos sin estar complemente exentos de un poco de ruido cuando las fotos son de noche (F2.2 frente a F1.9). Pero, sin duda alguna, la diferencia en desempeño más grande la sentí al jugar con el enfoque automático el cual ya responde casi de inmediato sin perder detalle de texturas, algo que sentí que me quedó debiendo el S5.

Esta misma cámara funciona de maravilla para video (calidad hasta 2K) pues el estabilizador óptico reduce el movimiento considerablemente, por lo cual considero que junto a los Xperia Z3 y los iPhone 6, son de los mejores teléfonos para utilizarlos sin problemas como dispositivos de video. Aunque claro, aquí es donde resiento la ausencia de una microSD ya que estos videos pueden saturar rápidamente el almacenamiento de 32GB si eres un fanático de la fotografía y el video.

 

Lamentablemente no encontré un modo fotográfico que rompiera paradigmas como en su momento sí lo pude haber sentido con el modo Wide Selfie del Note 4 y posteriormente en otros modelos. Por supuesto que la cámara de 5 megapixeles al frente es una evolución considerable respecto a su antecesor y es que la calidad de fotos deja satisfecho a cualquiera ya sea que estemos hablando de un selfie o de una foto de grupo (gracias a su gran angular).

Toda la confianza en Exynos

Una de las noticias más sonadas en el marco del lanzamiento de este teléfono fue la ruptura con Qualcomm como fabricante de sus procesadores, algo que se veía venir pues Samsung cada vez es más independiente tanto en hardware como en software. Así, a diferencia de modelos anteriores en donde teníamos un modelo Qualcomm y otro Exynos, aquí ya todos se distribuyen con el Exynos 7420 de ocho núcleos el cual está dividido en un Quad-Core de 1.5 GHz y otro de 2.1 GHz.

 

En pruebas de desempeño realizadas con AnTuTu se pusieron en combate los procesadores de los principales teléfonos de gama alta y los resultados favorecieron en primer lugar al S6 frente al resto de los teléfono Galaxy, lo cual demuestra por qué uno puede tener varias aplicaciones corriendo al mismo tiempo e incluso usar juegos demandantes sin experimentar un decremento en el desempeño o calentamiento en el cuerpo del teléfono.

 

La calidad en el desempeño de este procesador no solamente radica en la velocidad sino en la optimización de energía ya que ya la batería de 2550 mAh tiene un desempeño muy a la par del S5, incluso cuando al principio me pareció gravísimo que Samsung bajara de 2800 mAh (en el S5) a la antes mencionada. Una misma carga (que toma entre una y dos horas) puede durar hasta 11 o 12 horas bajo un uso constante, y con un perfil poco demandante hasta dos días completos, aunque claro, el modo de ultra ahorro de energía puede resolver cualquier emergencia de batería.

 

Resolución final

Este es uno de esos lanzamientos que la marca no logra cada año, el primer Galaxy S fue un intento bien logrado al igual que el S2, el S3 se sintió un tanto forzado, el S4 nuevamente volvió a dar vida a la tecnología de la marca, el S5 fue un buen teléfono con una incómoda carta de presentación (el diseño) y S6 por fin parece ser el resultado del aprendizaje de la marca a lo largo de los años. No solo nos ofrecieron un teléfono estético y resistente, también estamos hablando de un gagdet potente que reúne todo lo que uno busca en su próximo teléfono: batería que de batalla en las actividades cotidianas, una pantalla perfecta para ver todo tipo de contenido y una cámara que hace que los viajes y placeres fotográficos los podamos vivir desde la pantalla del teléfono sin tener que cargar con un segundo equipo especializado (al menos hablando del grueso de la población).

Generalmente es complicado decidir cuál es el mejor teléfono en el mercado pero este Galaxy pone las cosas sencillas ya que es difícil encontrarle un pero como tester y como consumidor. Quizás, lo único que hubiera deseado es que no pusieran a los usuarios en la situación complicada de tener que decidir cuánto dinero extra van a sacar de su cartera por un teléfono de mayor o menor capacidad, pues la ranura microSD es una de las cosas que no deberían ser opcionales en los teléfonos, mucho menos en un Android.

 

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