El diseño más innovador del 2014 

Durante el 2014 vimos algunos de los mejores teléfonos de todos los tiempos y sin duda en esa selecta lista se encuentra el Samsung Galaxy Note 4, compartiendo puesto con su versión –aún más– estilizada, el Galaxy Note Edge. La razón por la que este teléfono llama tanto la atención es porque posee las mejores prestaciones de la familia Note con un pequeño detalle diferenciador, el borde curvo en la pantalla del celular, el cual no sólo hace que estéticamente se vea distinto, sino que funciona como un área independiente de la pantalla en la cual se puede interactuar de forma especial con algunas aplicaciones. 

 

Por todo lo demás es un teléfono prácticamente igual al Note 4, tiene una cubierta tipo piel disponible en blanco y negro; un grosor de 8.3 mm; un peso de 174 gramos; medidas de 15.1 x 8.2 cm y una S Pen de la cual platicaré con más detalle en el apartado de experiencia de uso. En lo que respecta a la estructura del teléfono me gustaría dejar claro que me deja la impresión de ser un excelente representante de la categoría phablet, ya que a pesar del tamaño de su pantalla no es un teléfono difícil de maniuplar, aún cuando el hecho de no tener un acabado recto podría parecer que afectaría la solidez con la que sostienes el teléfono. 

 

Por otro lado, tampoco me parece que sea el tipo de teléfono que uno saca a correr o se lleva al gimnasio, de ahí que el hecho de que integre un sensor de frecuencia cardiaca me parezca de sobra, y no es que me queje del hecho de que cuenta con mucha tecnología, sin embargo creo que con la intención de reducir el costo –que buena falta le haría– se pudieron eliminar características poco funcionales específicamente en este modelo. El Galaxy Note Edge es un teléfono que se desempeña 100 veces mejor en el terreno del estilo, más que en el del deporte. 

 

La peculiaridad de su pantalla 

Desde la reseña del Note 4 lo dejé claro, no hay pantalla más atractiva que las QuadHD con tecnología Super AMOLED de Samsung, las pruebas salieron a su favor frente al resto de las pantallas QuadHD disponibles hasta ahora en materia de contraste, brillo y saturación. El Note Edge posee las mismas características generales de su hermano con sólo un par de variaciones como los pixeles (1600 x 2560p frente a 1440 x 2560p) y la densidad de pixeles por pulgada (524ppi frente a 515 ppi); sin embargo, en la práctica estos detalles no son visibles. 

 

Lo que sí es muy evidente es que la pantalla reduce .1 pulgadas (a 5.6”) su tamaño debido a la curvatura que también funciona con tecnología táctil y responde de forma muy rápida a los comandos de movimiento. En esta área es posible visualizar notificaciones como tuits y correos sin salirte de la pantalla que estés navegando al momento, abrir el menú de ajustes e incluso correr un par de aplicaciones hechas especialmente para este pequeño rectángulo. Acerca de esto, hay que destacar que Samsung ha dejado abierta la invitación a todos los desarrolladores para que puedan proponer aplicaciones que aprovechen esta dinámica, así que lo disponible hasta hoy es tan sólo el inicio de un recurso con enorme potencial. Por otro lado, es una gran ventaja que al reproducir videos esta área se vaya a negros de forma que no invada la visualización de contenido multimedia. 

 

A diferencia del Note 4, éste cuenta con la tercera generación de Gorilla Glass, pero esto no convierte al celular en un gadget indestructible, así que con mayor razón debes ser cuidadoso, pues un accidente puede ser mucho más caro que con una pantalla tradicional y por el tipo de diseño del display, es probable que debas pagar por un teléfono nuevo antes de poder repararlo. 

 

Desempeño para los más exigentes

Los teléfonos Note no sólo se han ganado el calificativo de “grande” por su tamaño, sino también por su desempeño, pues desde la primera generación han integrado los mejores componentes. En esta cuarta generación no es la excepción y tenemos a un equipo con Snapdragon 805, cuatro núcleos y 3.7 GHz de velocidad, una de las pocas diferencias respecto al Note 4 que llegó a México y que integra el procesador Exynos de Samsung. Este procesador trabaja con 3 GB de RAM, así que no tiene nada que pedirle al Exynos de 8 núcleos, ambos cumplen toda expectativa de uso demandante, ya sea al ejecutar pocas apps con gráficos demandantes, o bien, decenas de apps menos complejas.

 

Pero el principal valor agregado para los exigentes tecnológicos no radica tanto en su chips, sino en su software; esto lo digo porque otros teléfonos son igual de rápidos, pero ninguno tiene la SPen de Samsung, la stylus más precisa del mercado de celulares y que además mejora cada año gracias a que la marca añade nuevas funciones a su interfaz de usuario. Con ella es posible cubrir necesidades tanto profesionales, como de entretenimiento; para ello se han mejorado las opciones de Air Command y las aplicaciones de edición de imágenes. En pocas palabras, es como llevar en el celular una libreta de apuntes, una agenda de negocios, un asistente personal, un bloc de notas y hasta un lienzo para echar a volar la imaginación e, insisto, no son cosas que no ofrezcan otros teléfonos, pero ninguno te permite fusionar lo mejor de una pluma y una pantalla digital, desde mi punto de vista le da un toque inmensamente más personal y dinámico.

La única razón por la que no le di la calificación máxima a este teléfono es por su batería, que de entrada promete una carga rápida de 50% en 30 minutos y completa en una hora y en la realidad –aún con cargador original y siguiendo todas las instrucciones– cargó sólo 30% en 30 minutos, 50% en una hora y 100% hasta las dos horas, es decir, apenas 1% por minuto. Esto es algo que en el pasado a nadie le habría parecido extraño, pero hoy los gama alta han hecho todo por mejorar la batería de sus teléfonos, pero no todos han logrado cumplir lo que prometen, la prueba está en éste en comparación con el Oppo Find 7, el cual sí cumplió satisfactoriamente la carga de 75% en tan sólo media hora.

 

¿Qué hay con su cámara?

Y finalmente la cámara, en donde me vuelve a ganar gracias a sus buenos resultados que permiten tomar fotos en prácticamente cualquier condición de luz. Le reconozco a la marca que ha mejorado considerablemente el empleo de lentes y sensores en sus teléfonos, pues aunque no han conseguido ser los mejores celulares con cámara, sí se han consolidado como teléfonos de alto rendimiento con muy buena cámara.

La cámara frontal es de 3.7 megapixeles y es perfecta para selfies, pues el sensor es más grande que el de generaciones anteriores y esto se refleja en una mejor iluminación de retratos. El ángulo de visión que integra es mucho más grande que los tradicionales; esto permite tomar fotos con mejores encuadres que otros gama alta tradicionales, incluso se pueden llevar sus alcances al límite con el modo Wide Selfie, que no es más que una foto panorámica con la cámara frontal.

 

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