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Shein, Temu, Amazon: así afecta el arancel del gobierno de México al comercio en línea


Este mes entró en vigor un arancel del 19% a compras en línea realizadas a través de algunas de las plataformas más populares de importación; una medida del gobierno mexicano que ha generado un debate amplio al respecto de la dinámica de la economía global

por: Mateo León Mateo León

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El gobierno mexicano ha iniciado el 2025 con una medida que promete reconfigurar el panorama del comercio digital y las relaciones internacionales: la imposición de un arancel del 19% a productos importados a través de plataformas digitales como Shein, Temu y Amazon, provenientes de países sin tratado comercial con México. Este ajuste, parte de un esfuerzo por proteger la economía local y aumentar la recaudación fiscal, plantea interrogantes sobre su impacto en el consumo, la industria nacional y las relaciones comerciales internacionales.

 

La medida: qué significa y a quién afecta

El nuevo arancel del 19% aplica a bienes importados desde países como China, donde plataformas como Shein y Temu han ganado terreno gracias a sus precios competitivos. Aunque plataformas estadounidenses como Amazon también se verán afectadas, su participación en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC) les permite beneficiarse de un arancel reducido del 17% para productos valuados entre 50 y 117 dólares. Sin embargo, para artículos de menor valor, el gravamen se mantiene en 19%.

Además, las plataformas digitales ahora deben inscribirse en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC), gestionar una firma electrónica (e.firma) ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y cumplir con el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA). También deben proporcionar un domicilio fiscal y designar un representante legal en México, fortaleciendo el control sobre sus operaciones.

 

Proteger lo nacional: un enfoque en la industria textil

La medida no llega aislada. En diciembre de 2024, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció un arancel del 35% sobre productos textiles importados, también vigente hasta 2026. Esta decisión busca revitalizar una industria local que ha sufrido por la competencia desleal de bienes extranjeros producidos con mano de obra barata. En este contexto, las nuevas regulaciones refuerzan un enfoque estratégico para fortalecer las industrias nacionales.

 

Una respuesta a la presión internacional

En el trasfondo de esta política también se encuentra la relación con Estados Unidos. Donald Trump, recientemente reelecto, amenazó con imponer aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas si no se intensifican los esfuerzos para detener la migración. La nueva política fiscal envía un mensaje de conciliación hacia el vecino del norte, buscando fortalecer el comercio dentro del TMEC mientras marca distancia con China, un competidor que se ha convertido en el blanco de tensiones globales.

 

Implicaciones para los consumidores y la economía

Aunque el gobierno busca proteger la industria local y aumentar los ingresos fiscales, el impacto para los consumidores podría ser significativo. Muchos mexicanos han recurrido a plataformas como Shein y Temu por su accesibilidad y precios bajos, una ventaja que podría disminuir con los nuevos aranceles. Esto podría incentivar un cambio en los hábitos de consumo, orientándolos hacia productos nacionales, pero también podría reducir el poder adquisitivo de los hogares.

En el ámbito económico, la medida tiene el potencial de aumentar la recaudación fiscal en un país que, según la OCDE, presenta una de las tasas de recaudación más bajas entre sus miembros. Sin embargo, también enfrenta el reto de mantener la competitividad del mercado mexicano frente a otros países de la región.

La imposición de estos aranceles es un reflejo de los desafíos que enfrenta México en un contexto globalizado. Por un lado, existe la necesidad de proteger su industria local y garantizar condiciones de competencia justa; por otro, está la presión de mantener relaciones comerciales estables y satisfacer las demandas de los consumidores.

La pregunta clave es si estas medidas lograrán equilibrar estos objetivos sin sacrificar el bienestar de los mexicanos. Lo que está claro es que 2025 marca un punto de inflexión en la manera en que México regula su comercio exterior, apostando por un modelo más proteccionista y fiscalmente robusto. Solo el tiempo dirá si esta estrategia cumple con sus promesas o si, por el contrario, genera nuevos desafíos para la economía y la sociedad.

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