A orillas del río Támesis, fundada como el asentamiento romano de Londinium, Londres y sus poco más de nueve millones de habitantes, junto a la Abadía de Westminster, las luminarias de Piccadilly Circus, los restaurantes de Chinatown, las áreas de placer de Soho y la noria de South Bank, es para muchos la ciudad más inteligente del mundo.
No se trata solo de la capital de un extinto imperio que cubrió una cuarta parte de la Tierra, aún representado por el palacio de Buckingham y Carlos III. Se trata de una urbe cosmopolita, gobernada hoy por un alcalde musulmán, Sadiq Khan, que vibra por sus artes escénicas, entretenimiento, moda, turismo y medios de información. Han pasado por Londres Shakespeare, Marx, Darwin, The Beatles, Mr. Bean y Harry Potter. Pero además de todo esto, la capital del Reino Unido es, sin duda, el mayor centro tecnológico y científico de Europa.
Actualmente es el sueño de cualquier start-up. Posee un tercio de todas las “empresas unicornio” del Viejo Continente, es decir, aquellas entidades valuadas en más de mil millones de dólares sin cotizar en bolsa. Además, Londres duplica a ciudades como Berlín o París en cuanto a su número de proveedores de inteligencias artificiales.
Desde 2017, la capital británica proporciona conectividad 5G a todos sus hogares y empresas, y cuatro años después, hizo móvil este acceso a internet de alta velocidad a través de una red de fibra óptica completa. Se trata de un paso decisivo a un uso libre de la red, coherente con el principio de que esta libertad supone un derecho humano.
Londres tiene al día de hoy más estaciones de recarga de vehículos eléctricos que cualquier otra ciudad del hemisferio occidental, sea europea o estadounidense. Por si fuera poco, ha implementado un sistema de transporte rápido sin conductor conocido como “Heathrow Pods”, un servicio para conectar las áreas urbanas y el aeropuerto.
Esta importante capital busca seguir a la vanguardia remplazando todos sus medidores de agua, electricidad y gas por contadores inteligentes superefectivos. Veremos que más le depara al Reino Unido y al mundo contando con este modelo londinense.
Imagen de portada: Londres, Reino Unido, Winged Boots.
