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La competencia de ChatGPT promete, los empleados de Google lo descalifican por inútil


Es Bard de Sam Altman más que un código rojo para la empresa de Google está rompiendo todos los protocolos de seguridad

por: 2023 JRR 2023 JRR

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Seguramente no recuerdas que el 30 de noviembre del 2022, por sorpresa y sin previo aviso, OpenAI sacó de la manga algo llamado ChatGPT, el cual es una inteligencia artificial que no le gustó nada a los empresarios de la industria tecnológica, principalmente a Google por eso reaccionó y ahora quiere tomar la delantera.

El lanzamiento del chatbot conversacional de la compañía dirigida por Sam Altman provocó algo más que un “código rojo” en Google. La compañía de Mountain View, que actualmente lidera el mercado de las búsquedas, se encuentra por primera vez en años ante una amenaza sustancial que le ha obligado a tomar medidas drásticas.

Una de estas medidas ha sido el lanzamiento inicial (de momento solo disponible en algunos países bajo invitación) de Bard, un competidor directo de ChatGPT y su versión mejorada conectada a Internet a través de Bing Chat. ¿El problema? Muchos empleados de Google consideran que estamos frente a un lanzamiento demasiado precipitado.

Según información interna vista por Bloomberg, los dirigidos por Sundar Pichai tuvieron la tarea de probar el chatbot de inteligencia artificial impulsado por LaMDA (Language Model for Dialogue Applications) antes de su despliegue. Lo cierto es que muchos de los comentarios fueron arrolladores, pero la compañía siguió de todas formas con su plan.

Los mensajes negativos entre los equipos de Google no han pasado desapercibidos. Bard es peor que inútil: por favor, no lo lancen, decía un empleado en febrero de este año después de evaluar la herramienta. Es un mentiroso patológico, apuntaba otro en relación a su tendencia a intentar información y arrojar respuestas poco precisas.

La misión de este grupo de expertos era ayudar a desarrollar productos y servicios que se encontrarán alineados a los principios de la compañía, con altos estándares de seguridad. Este tipo de objetivos no solo requería de muchos recursos, que Google aceptó proveer en 2021, sino de tiempo. Esto último acabó siendo un inconveniente tras el movimiento de OpenAI.

Las dinámicas de trabajo de Google establecen que antes de que un producto llegue al mercado se debe alcanzar un elevado puntaje en ciertas categorías. En el caso de Bard esto cambió. Seguridad infantil, por ejemplo, todavía tiene que alcanzar un puntaje de 100, pero equidad se puede admitir para un lanzamiento con 80 o 85 puntos, es por eso que se encuentran en un dilema.

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