¿Recuerdan cuando Apple ofreció reemplazar las baterías de los iPhone por 29 dólares (649 pesos en México) tras revelarse que la compañía de Cupertino ralentizaba los modelos más viejos de su popular teléfono a través de actualizaciones de software?
Resulta que a lo largo de 2018, la empresa californiana reemplazó casi 11 millones de baterías de iPhone, de acuerdo con el popular columnista John Gruber (vía DaringFireball), en comparación con el millón o dos millones que suele cambiar durante un mismo periodo.
Recientemente, Tim Cook mencionó que el programa de reemplazo de baterías, aunado a una desaceleración en la economía China, fueron algunas de las causas para las bajas ganancias del primer trimestre del año fiscal, las cuales no superaron las expectativas de la compañía.
Suponiendo que esos 11 millones de usuarios decidieron reemplazar su batería en lugar de gastar mil dólares en un iPhone nuevo, se traduciría en pérdidas por 11 mil millones de dólares para Apple.
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En ese contexto, Apple había previsto pérdidas entre 5 y 9 mil millones de dólares, no obstante, esas proyecciones se hicieron tomando en cuenta el programa de reemplazo de baterías.
Así, el tema de las baterías tuvo poco que ver en las pérdidas de la compañía, las cuales responden más a los problemas en China y el llamado “factor S”, de acuerdo con Jean-Louis Gassée, un ex ejecutivo de Apple.
En su columna para Monday Note, Gassée recuerda que un fenómeno similar sucedió entre el lanzamiento del iPhone 6 en 2014, y el 6S un año después. “Cuando salió, el iPhone 6 cumplió con un deseo previamente frustrado por pantallas significativamente más grandes ofrecidas por Samsung y algunos competidores chinos”, escribe.
Ese trimestre, las ganancias de Apple crecieron 30%, mientras que un año después registraron un avance de apenas el 2%. “El modelo S no es diferente o lo bastante emocionante como para mover montañas de mejoras”, asevera.
En ese sentido, un fenómeno similar habría ocurrido con los teléfonos presentados en 2018: los iPhone XS, iPhone XS Max y iPhone XR.
El lado positivo de esto es que en lugar de perder 11 millones de usuarios que pudieron haberse cambiado a Android, Apple conservó 11 millones de personas que siguen consumiendo sus productos.
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