Aunque parezca algo demasiado ajeno a nosotros, la Inteligencia Artificial forma parte de nuestro día a día.
Sin querer, esta tecnología ocupa lugares de nuestra vida que se han hecho indispensables para nosotros. Desde los asistentes virtuales a las redes sociales, pasando por las aplicaciones del banco, la IA está más presente en nuestra rutina de lo que nos imaginamos.
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Aplicaciones de la Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial surge como una de las ramas de informática combinada con áreas de la lógica y las ciencias cognitivas. El desarrollo de esta tecnología se aplica desde hace tiempo en multitud de campos dentro de la empresa e incluso en nuestra vida más cotidiana. Cualquier ámbito de la sociedad es viable para que se utilice en él la IA.
A día de hoy, la Inteligencia Artificial se usa en cuestiones como el procesamiento de lenguaje natural, la automatización de procesos industriales o incluso la selección de contenidos.
1. Asistentes de voz
Cada vez que le preguntamos algo a nuestro smartphone y el asistente de voz nos contesta con lo que necesitamos, estamos utilizando Inteligencia Artificial. Actualmente, según estudio realizado por Nielsen un 24% de los hogares en Estados Unidos ya cuenta con un altavoz inteligente. La tendencia es que esto siga creciendo y en unos años la mayor parte de las personas contemos con asistentes virtuales en casa.
Los asistentes de voz permiten que podamos dar órdenes para ejecutar diferentes tareas, nos recuerdan qué tenemos que hacer o hasta nos leen un libro mientras estamos realizando otra actividad.
Gracias al procesamiento del lenguaje, las máquinas pueden interpretar lo que se les está comunicando y responder de la misma forma que lo haría un ser humano.
2. Automóviles inteligentes
Nuestros coches ya pueden detectar si estamos cansados, nos ayudan a aparcar, conectan sistemas de ahorro de gasolina o nos avisan de peligros que no hemos sido capaces de predecir. El desarrollo del coche autónomo es ya una realidad y en poco tiempo se verán circulando como otro vehículo cualquiera.
Más allá de automatizaciones, la información que aprenden los automóviles permite mejorar la conducción con mucho tráfico o dar a tiempo real la situación en la carretera.
3. Navegadores y mapas
Seguimos en el mundo de los automóviles cuando hablamos de los navegadores, unos sistemas que utilizamos tanto en dentro de ellos como en otras circunstancias. Gracias a la Inteligencia Artificial, es posible calcular rutas más eficientes, ahorrar tiempo de conducción y mejorar la seguridad.
Si tenemos en cuenta la posibilidad de emplear la navegación por voz, estamos ante una interesante herramienta que ayuda a los conductores a llegar a un punto determinado, incluso cuando no cuentan con un copiloto.
En sectores como el de la logística, la IA se convierte en un recurso clave para ofrecer una mejor alternativa a la hora de realizar desplazamientos.
4. Domótica, IA en el hogar
Hoy en día es posible contar con un montón de mejoras en el hogar que nos hacen la vida más fácil. Hay personas que entran en sus casas sin necesidad de usar llaves y que encienden las luces a través de una orden de luz o entrando en una habitación, solo con su presencia.
En poco tiempo, el desarrollo de la Inteligencia Artificial ha conseguido que las lavadoras se programen solas, las aspiradoras no precisen de un humano para funcionar o que los frigoríficos nos avisen de las compras que necesitamos.
5. Aplicaciones médicas
Muchos hospitales cuentan con herramientas desarrolladas con Inteligencia Artificial. Se trata de una forma de optimizar y mejorar el trabajo en los centros de salud.
Gracias a esta tecnología, las máquinas trabajan en consonancia con los propios médicos. La innovación ha conseguido mejorar el “ojo clínico” de los sanitarios, participar en operaciones quirúrgicas y generar resultados mucho más precisos.