Este 4 de octubre, Siri, el asistente de voz de Apple cumple 10 años de haber sido lanzado como la novedad más atractiva del iPhone 4S, en 2011, justo un día antes del fallecimiento del fundador de la compañía, Steve Jobs.
Los orígenes militares de Siri
La historia de Siri comenzó en 2010, cuando surgió como una aplicación derivada del Centro Internacional de Inteligencia Artificial SRI y una rama del Proyecto CALO (Asistente Cognitivo que Aprende y Organiza, por sus siglas en inglés), el cual pretendía integrar múltiples tecnologías de inteligencia artificial y aprendizaje automático en una sola interfaz de comunicación.
Lo que se buscaba era crear un asistente cognitivo basado en sistemas capaces de razonar, aprender de la experiencia, explicar lo que están haciendo, reflexionar sobre su experiencia y dar respuestas precisas.
Financiado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos, dicho proyecto fue creado por Dag Kittlaus, Tom Gruber y Adam Cheyer, y lleva el nombre de una compañera de trabajo de Kittlaus, que significa "mujer hermosa que te lleva a la victoria" en noruego, aunque también se ha dicho que significa “secreto” en swahili.
Originalmente, los tres desarrolladores de Siri querían lanzar su aplicación para dispositivos Android y BlackBerry, sin embargo, Apple la adquirió en abril de 2010 y no se volvió a saber nada de ella, hasta el 4 de octubre de 2011, cuando la compañía de la manzana lanzó el iPhone 4S con una versión beta de Siri incluida.
Siri hace 10 años
Aunque llegó como una gran novedad, al ser el primer asistente virtual integrado en un dispositivo de uso masivo –como lo es un smartpphone–, la versión inicial de Siri no era realmente nada espectacular, y aunque muchos usuarios lo recibieron con agrado, para muchos otros no era más que un intento más de integrar comandos de voz en los teléfonos.
Al principio, Siri sólo respondía a comandos muy básicos, como hacer una llamada, enviar un mensaje, consultar el clima, tomar una nota o establecer una alarma. Una desventaja (que lamentablemente sigue siendo un problema en muchos casos) era que los comandos debían ser totalmente claros y específicos, o se corría el riesgo de que el asistente no comprendiera lo que el usuario quería o entendiera algo distinto.
Por otro lado, los problemas de idioma eran también comunes, pues la gran variedad de lenguas, acentos, regionalismos y modismos que hay alrededor del mundo hacían más complicada la tarea del asistente, que no siempre lograba comprender las instrucciones que se le pedían.
Además, el asistente de Apple se vio envuelto en algunos temas polémicos, pues se descubrió, por ejemplo, que daba información sobre la ubicación de proveedores de anticonceptivos o de clínicas de interrupción del embarazo, sino que en su lugar ofrecía direcciones o datos de centros de crisis de embarazo.
Cómo ha cambiado Siri
Desde su lanzamiento hasta el día de hoy, las actualizaciones de iOS han trabajado para hacer que Siri sea un asistente más efectivo. Sus capacidades para comprender e interpretar lo que dice un usuario han mejorado bastante, aunque no han llegado a ser infalibles, pues muchas veces sigue sin comprender lo que se le pide.
Sus funciones y utilidades han crecido y ahora puede hacer cosas como dividir una cuenta en el restaurante, calcular una propina, controlar los productos HomeKit, identificar canciones, resolver ecuaciones, ayudar con la navegación y las direcciones de Apple Maps, e incluso enviar dinero a través de Apple Pay.
La mayoría de las funciones nuevas de Apple también se integran bien con Siri, y ahora también es un asistente para macOS y watchOS, además iPhones y iPad. Además, se han agregado opciones de personalización para elegir, por ejemplo, la voz que el usuario prefiera para su asistente entre diversas opciones masculinas y femeninas.
Siri se ha quedado como la liebre en la carrera contra la tortuga
A pesar de haber sido el primer asistente integrado en un smartphone, Siri no ha logrado convertirse en líder en el segmento, pues pronto su rendimiento y funcionalidad se empezaron a ver opacados por los de los nuevos competidores que llegaron poco después.
Samsung presentó S Voice en el Galaxy S3 en 2012; ese mismo año se lanzó Google Now para Android (que cambió a Google Assistant en 2016); en 2014, Microsoft lanzó Cortana para Windows Phone; y el mismo año, Amazon presentó su asistente Alexa, integrado en la bocina inteligente Echo. Y mientras sus competidores crecían en funcionalidad y número de usuarios, Siri se estancaba e iba a la baja.
Esto en gran parte se debió a que Apple se durmió en sus laureles y, aunque sí ha mejorado diversos aspectos de Siri, su lista de capacidades inicial no se amplió lo suficiente para hacerlo tan funcional como lo son otros asistentes que han ganado terreno, como los de Google y Amazon.
La capacidad de Siri para responder preguntas de trivia y recuperar puntajes deportivos es divertida, pero no es una mejora tan significativa como decirle a un dispositivo que complete tareas usando solo la voz. Además, Siri mantiene problemas de antaño, como escuchar mal las instrucciones en espacios ruidosos y alterar el significado de comandos complejos, por lo que termina por ejecutar algo distinto a lo que el usuario requiere.
Mientras tanto, los asistentes de la competencia replicaron y mejoraron lo que Siri podía hacer, al ofrecer capacidades de dictado más confiables, mejor comprensión del idioma e integración con aplicaciones de terceros.
Siri no siguió el ritmo, pues aunque funciona perfectamente bien con las apps propias de Apple, suele haber fallas y problemas al tratar de integrar sus funciones con aplicaciones de terceros. Por ejemplo, al buscar las indicaciones para llegar a un lugar, aunque el usuario tenga como app predeterminada de mapas Google Maps, Siri suele abrir Apple Maps o dirigir al usuario a la App Store para que la descargue.
Así, luego de haber llegado a escena como una brillante estrella, ahora Siri ha quedado eclipsada por lo que han logrado Alexa y Google Assistant. Y las cifras hablan por sí mismas; mientras que Amazon domina el terreno de los asistentes virtuales con 31.7% del mercado, Google le sigue de cerca con el 31.4%, mientras que Apple se ha quedado muy lejos, con apenas el 6%.
