Donald Trump le informó recientemente a su gabinete y a su círculo íntimo que Elon Musk se retirará durante las próximas semanas de su importante cargo gubernamental. El dueño de Space X y Tesla deberá regresar al 100% al mundo empresarial.
Musk ejercía como jefe en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), donde hasta la fecha se encarga de liderar esfuerzos para recortar la financiación del gobierno y desmantelar agencias federales.
Tanto Trump como Musk creen que es el momento de que el empresario regrese a sus negocios y asuma un papel de apoyo más informal, a pesar de ello, ambas figuras se sienten satisfechos con el trabajo desempeñado en los últimos meses. Esta salida llega justo en el momento en que algunos miembros de la administración de Trump se han sentido frustrados con el multimillonario y notan una dinámica de lastre político.
Altos funcionarios afirman que creer que Musk dejará la órbita de Trump no es más que un sueño. Pero, según fuentes cercanas, es probable que la transición coincida con el fin del periodo de “empleado gubernamental especial”, un estatus que lo exime temporalmente de normas éticas y de conflicto de intereses. Este nombramiento podría expirar a principios de junio.
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Musk creó muchos problemas, ya que varios aliados de Trump lo describen como alguien impredecible e inmanejable y que enfrentó diversos obstáculos para comunicar sus planes a los secretarios de gabinete, o tan solo él solía compartir planes no examinados y descoordinados para desmantelar las agencias federales en sus redes sociales sin previa consulta de su equipo.
¿Realmente fue una carga política? Muchos creen que sí, pero el mismo presidente ha mostrado en público su admiración por la administración y los millones que se gastó para él poder ser electo y además alaba el despilfarro, el fraude y el abuso que la DODGE afirma haber identificado durante el cargo de Musk.
Sin embargo, Trump tiene miedo, pues ha seguido de cerca la indignación pública generada por la DOGE y esto asegura a que no quiere comprometer su mayoría en la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias del próximo año.
Trump suavizó la situación y estuvo siendo precavido en los últimos días. Elon implementó medidas drásticas y 1000 canceló contratos, de los cuales 400 no generaron ningún ahorro significativo como se esperaba. Esto generó enojo en el equipo y el 24 de marzo anunció a su grupo más cercano la destitución.
“Elon, quiero agradecerte. Sé que has pasado por mucho” dijo Trump, en referencia a lo que ha sucedido en relación a sus amenazas de muerte y el masivo vandalismo contra Tesla, hasta lo nombró “un patriota” y “un amigo mío”.
La salida de Elon Musk de su rol en la administración de Donald Trump podría implicar varios cambios significativos. Reducción de Iniciativas Controvertidas como recortes abruptos en agencias federales y medidas que afectaron la prevención de enfermedades, además, su salida podría llevar a una revisión o ajuste en estas políticas con un enfoque menos radical.
El “despido” de Musk podría mejorar la percepción política de la administración de Trump en términos de estabilidad y predictibilidad, sin embargo, esto dependerá de cómo se maneje la transición y quién asuma el liderazgo en las iniciativas que se están dejando atrás.
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