Los objetos de coleccionista son algo muy aleatorio, nunca se sabe qué puede tener éxito, por eso si alguna vez te cruzas con un objeto que para alguien pueda tener valor, lo mejor es que te lo guardes. Esto mismo hizo un extrabajador de Steve Jobs (fundador de Apple), y ahora está vendiendo las sandalias viejas de este con las que aspira a ganar más de 60.000 dólares.
A día de hoy, Steve Jobs es una de las personalidades más notables y admiradas del siglo XXI, sus ideas para el desarrollo y futuro de la tecnología lo desarrollado a él ya Apple en líderes de la evolución tecnológica.
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Es por ello por lo que millones de personas son grandes seguidas suyas, y claro este tipo de amor hacia una persona suele causar que se cometan locuras. Lo vimos con la venta de un iPhone de primera generación en su caja de envoltorio sin abrir que se vendió por casi 40.000 euros, y si eso ya nos pareció exagerado, esta historia sí que no te la vas a creer.
En concreto se tratan de unas sandalias de la marca Birkenstock viejas y gastadas, que han salido en una subasta por un precio inicial de 15.000 dólares, aunque se aspira a que lleguen a un rango de precio que alcance entre los 60.000 y los 80.000 dólares.
Obviamente estas sandalias tienen una historia detrás, y es que pertenecieron a Steve Jobs durante las décadas de los 70 y 80. La persona que las ha puesto a la venta, se llama Mark Sheff y trabajaba como cocinero para Jobs y su familia en sus propiedades de California (EEUU).
Al parecer, Sheff y otros compañeros se quedaron con algunas de las pertenencias de Jobs cuando este se mudó de casa y afirma que la colección de objetos pertenecientes al cofundador de Apple es muy aleatoria, entre ellos estas desgastadas sandalias.
El motivo por el que estas sandalias tienen este precio, no es solo porque pertenecieron a Jobs, sino que eran parte de su identidad. "Las sandalias eran parte de su lado sencillo. Eran su uniforme... Y en Birkenstocks no se sentía como un hombre de negocios, así que tenía la libertad de pensar creativamente".
El usuario que se haga con ellas, además de tener unas sandalias viejas en su casa, obtenga un NFT de las sandalias con el que se aspire a demostrar la veracidad del producto.
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