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‘Una comunidad (global) de amantes del cine’: Netflix


Ejecutivos y talento de Netflix se presentaron en la Ciudad de México.

por: Lalo Ortega Lalo Ortega

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De inicio, los números de Netflix pueden sonar abrumadores, y a veces parecen ser lo único que importa en el panorama: más de 100 millones de suscriptores a nivel mundial, más de 190 países, segundas y terceras temporadas. Cifras en cada vez más lugares del mapa, con cada vez más ceros.

 

Luego, otro dato en apariencia más trivial: Caleb McLaughlin, el joven actor estadounidense que interpreta a Lucas en Stranger Things, dice tener más seguidores de Instagram en México que en cualquier otra parte del mundo. Mariana Treviño, actriz mexicana que protagoniza Club de Cuervos, tiene una base de fans en Japón gracias a la serie.

 

Uno más, cortesía del vicepresidente de contenidos de Netflix, Ted Sarandos: la mitad de la audiencia de 3%, primera producción brasileña original del servicio, ni siquiera viene de Brasil.

 

Esta cualidad de traspasar barreras geográficas y lingüísticas fue el tema dominante en los paneles que Netflix presentó esta mañana en la Ciudad de México, con presencia de ejecutivos, talento y creadores de series que van desde The Defenders, inminente crossover de Marvel, a las mexicanas Club de Cuervos e Ingobernable.

 

 

La magnitud del impacto que Netflix ha tenido en la industria, no exento de críticas, podría ser más tangible en casa, donde la producción televisiva se vio por años controlada por un duopolio mediático, con el estancamiento creativo de la misma.

 

El Chapo, por ejemplo, hubiera sido una producción impensable antes de que Netflix apareciera en la escena: la coproducción con Univision sigue el ascenso al poder de Joaquín Guzmán, otrora el más grande capo de la droga en México.

 

Para José Manuel Cravioto, su director, Netflix es precisamente la plataforma que permite contar la historia que se desee. “Queremos que la gente vuelva a conectarse con esto y que no lo rechace”, explica del abordaje de esa historia como un thriller político. Estas aspiraciones, sin duda, le hubieran augurado poco éxito en el mercado de las telenovelas.

 

Ni qué decir de la próxima serie original de Netflix que se producirá en México: Diablero, con estreno para 2018, ha sido descrita como una producción fantástica de lucha entre el bien y el mal, con ciencia ficción en la mezcla.

 

Ésta es la misma libertad creativa que aplauden los cineastas y actores al otro lado del Río Bravo. La gran escala en las películas de Netflix, como afirma el actor venezolano Édgar Ramírez, no sólo se refiere a la creciente complejidad y espectacularidad de su producción, sino también a la posibilidad de que sus directores filmen exactamente lo que quieran.

 

El actor aparecerá junto a Will Smith en Bright, fantasía urbana que Netflix describe como un blockbuster.

 

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Un término que sin duda hace ruido para quienes creen que, a menos que una película se proyecte en una sala de cine, no se le puede considerar como tal. El cineasta Christopher Nolan, por ejemplo, considera a Netflix una experiencia inferior.

 

“Sin duda hay películas que deberían estrenarse en salas y verse en pantalla grande”, respondió a Paréntesis la actriz Noomi Rapace, también protagonista de Bright. “Pero también están las posibilidades que plataformas como Netflix o Amazon crean para los cineastas y actores. No es uno o lo otro. Es una comunidad de amantes del cine.”

 

Quizá Gaz Alazraki, creador de Club de Cuervos y director de Nosotros los Nobles, lo enunció mejor: "Netflix inventó un nuevo medio. No es cine, no es tele". Sea lo que sea, no irá a ningún lado pronto.

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