Las primeras pruebas extremas para el BMW iNEXT
7 de febrero de 2019

Desde el entro de pruebas de invierno de BMW Group en Arjeplog, Suecia, BMW inicia las pruebas extremas para su vehículo totalmente eléctrico y de nueva generación.
Las primeras pruebas realizadas a BMW iNEXT sirven para optimizar, examinar y armonizar todos los componentes de propulsión, el chasis y la suspensión en condiciones climáticas y de carretera extremas.
El gran eléctrico de BMW Group combina los últimos desarrollos de las áreas de conducción automatizada y conectividad inteligente que ofrece a los pasajeros formas completamente nuevas de disfrutar de su viaje.
La versión de producción en serie del BMW iNEXT se fabricará en la planta de BMW en Dingolfing a partir de 2021. El eléctrico integra los futuros temas clave de conducción automatizada, conectividad, electrificación y servicios (ACES) en el vehículo como se define en la estrategia NUMBER ONE> NEXT de la compañía.
Nota relacionada: Las tres principales tecnologías que incluirá el BMW Visión iNEXT
Primeras pruebas para iNEXT
Todas las pruebas realizadas al vehículo son equivalentes a las que se usan para los modelos con motor convencional, por lo que mesura el alto grado de madurez de la tecnología de propulsión puramente eléctrica desarrollada por BMW Group, lo que convierte al BMW iNEXT en el símbolo del cambio a una nueva era del placer de conducir
Las pruebas de manejo con el BMW iNEXT camuflado se realizan en carreteras cubiertas de nieve y lagos cubiertos de hielo, donde las bajas temperaturas y la mínima fricción en la carretera dominan las pruebas diarias.
El frío plantea un desafío, sobre todo, para el motor eléctrico, la batería de alto voltaje y el sistema de refrigeración del BMW iNEXT.
Los ingenieros de pruebas de BMW Group también conceden especial importancia al sistema de gestión de energía eDrive. Del cual, analizan la forma en que las temperaturas extremas bajo cero afectan cómo se recarga el sistema de almacenamiento de energía, cómo se transfiere la electricidad al motor eléctrico, cómo se suministra energía al sistema eléctrico y cómo responden los sistemas de calefacción y aire acondicionado.
Ademas, para que todo esté correctamente, se revisan los sistemas de regulación de la suspensión y la transmisión de potencia.
En superficies cerradas, cubiertas con hielo, la regulación electrónica ya puede ser provocada a bajas velocidades de conducción. Para los ingenieros, esto significa que pueden, por ejemplo, analizar la interacción del sistema de tracción integral, que fue especialmente desarrollado para el accionamiento eléctrico, y el DSC (Control Dinámico de Estabilidad). Entonces pueden optimizar continuamente los procesos en condiciones exactamente reproducibles.
El sistema de dirección y frenado también se ajusta con precisión en estas condiciones. Al igual que el rendimiento de desaceleración de los frenos, la recuperación de energía cuando se “planea” debe adaptarse con precisión a cada situación de conducción.
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Lenguaje de luces, lo nuevo de Ford para sus vehículos autónomos
7 de febrero de 2019

Los ingenieros de Ford realizan pruebas en Alemania para averiguar si unas luces de colores ubicadas arriba del parabrisas, podrían ser una solución para mejorar la comunicación entre los vehículos autónomos y las personas.
Con ayuda de la Universidad Tecnológica de Chemnitz y una Transit Connect adaptada, Ford busca desarrollar una interfaz de comunicación que ayude a los vehículos autónomos a integrarse, sin problemas, con otros usuarios en la carretera.
Ford busca tener su primer vehículo autónomo en Norteamérica para 2021, por lo que están trabajando para que la experiencia de piloto y peatones sea la mejor.
Lenguaje de luces en vehículos autónomos de Ford
Para garantizar que las pruebas fueran lo más realistas y naturales posibles, la empresa creó el "Human Car Seat" que instaló dentro de una Ford Transit Connect, diseñado para que pareciera un vehículo autónomo, con el conductor oculto en el asiento, los observadores respondieron ante las luces que la barra montada en el techo lanzaba en blanco, púrpura y turquesa para indicar cuando el vehículo estaba circulando, a punto de ponerse en marcha o de ceder el paso.
Los investigadores ampliaron las pruebas para comprobar la eficacia de otros dos colores, además del blanco, probaron también la ubicación de las luces en el techo (en las pruebas de Estados Unidos se colocaron en la parte superior del parabrisas). Por último, realizaron indicaciones desde más lejos, utilizando las luces hasta 500 metros de distancia.
Las pruebas mostraron que el 60 por ciento de las 173 personas encuestadas después de encontrarse con la Transit Connect pensaban que se trataba de un vehículo autónomo. Junto con las reacciones observadas de otras mil 600 personas, el turquesa -más visible que el blanco y menos confundible con el rojo- resultó ser el color preferido.
También hubo un alto nivel de aceptación y confianza en las señales, proporcionando una base a partir de la cual los investigadores pueden desarrollar y perfeccionar el lenguaje visual.
En pruebas separadas realizadas por Ford junto con la empresa de iluminación y electrónica de automoción HELLA, los investigadores probaron otras ubicaciones para estas luces, como la parrilla y los faros, aunque no se concluyó en una ubicación preferente.
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