Son raras las ocasiones en las que el mercado gamer tiene, en una misma semana, dos lanzamientos que probablemente compitan por el puesto al mejor juego del año. Uncharted 4 y Doom tienen suficiente calidad, si no para proclamarse de una vez como lo mejor del año, sí para poner en una peligrosa encrucijada a la cartera gamer. Independientemente del vendaval económico que ambos juegos representan –al menos 2,200 pesos–las renovadas obras de Naughty Dog e id Software son motivo suficiente para encerrarse en casa el fin de semana. En seguida explicamos el porqué.
Uncharted 4: A Thief’s End
Nathan Drake, un cazador de tesoros a la Indiana Jones, disfruta de su retiro en compañía de su esposa. Una inesperada visita lo saca de su jubilación para ponerlo nuevamente en búsqueda de un tesoro de leyenda: la fortuna oculta del pirata Henry Avery. Esta trama es el telón de fondo con el que Naughty Dog presenta su última obra, un videojuego de acción que rebasa los límites de lo establecido ofreciendo una aventura sin igual en términos de diseño, gameplay, narrativa o escala. Uncharted 4 redefine qué es posible en un videojuego narrando una historia espectacular de inicio a fin, que hace de lo inverosímil algo totalmente emotivo.
Los jugadores que desconozcan la serie Uncharted –los tres juegos pasados debutaron en PS3 pero también están disponibles en PS4– encontrarán un título que aunque puede definirse como un shooter con vista objetiva, constantemente pone al jugador a escalar todo tipo de superficies. Uncharted 4 también es un título de exploración con ingeniosos acertijos en el que la curiosidad se ve recompensada con cientos de coleccionables. Uncharted 4 mezcla todos estos elementos con un ritmo envidiable coronado por una historia épica. Y para darle mucha rejugabilidad, Naughty Dog incluye un entretenido modo multijugador donde la épica acción de los momentos más extravagantes de Uncharted 4 son cosa común. Definitivamente nuestra recomendación del mes.
Doom
id Software reinventa para una nueva generación el que quizá es el videojuego más influyente de la historia. Con semejante tarea encima el estudio ofrece Doom, un juego de disparos con vista subjetiva (FPS) plagado de acción sanguinaría. La trama ocurre en Marte, donde la organización UAC realiza estudios sobre las propiedades del infierno. Tal tontería deriva en una invasión demoniaca a Marte, en la que el Doom Marine –un avatar del jugador– será clave para evitar una catástrofe.
El principal atractivo de Doom está en su acción frenética, una amplia variedad de armas –todas totalmente brutales– y niveles diseñados con la estructura de un laberinto. Y dado que se trata de un FPS de 1,100 pesos, id Software agregó a Doom un robusto modo multijugador igualmente brutal.