“Tomando la seguridad de nuestros usuarios como nuestra más alta prioridad, hemos decidido detener las ventas y la producción del Note 7”, es la declaración –recogida por medios internacionales como Bloomberg, The Wall Street Journal, Mashable y The Verge– con la que Samsung dio por terminada la fabricación y distribución de su phablet.
Ayer, la compañía pidió a las operadoras móviles que dejaran de vender e intercambiar el teléfono, después de que los reportes de incendio de varias unidades de este modelo alrededor del mundo continuaron.
A un mes del lanzamiento del smartphone, Samsung lanzó el Programa de Reemplazo Voluntario (PRV), el cual involucraba devolver los Galaxy Note 7 originales y esperar por un nuevo Note 7 que supuestamente estaba libre de problema con la batería.
Sin embargo, los incidentes no pararon con los Note 7 de reemplazo. Uno de los más sonados estuvo relacionado con el vuelo 994 de Southwest Airlines, el cual fue evacuado antes de su despegue luego de que un celular nuevo de esta familia se incendió.
Según reporta el The Wall Street Journal, inversionistas han retirado al menos 17 mil millones de dólares de sus acciones en Samsung, debido a este problema. Las acciones de la surcoreana perdieron valor hasta en un 8%, algo que no sucedía desde hace ocho años.