Así prueba Samsung la resistencia de sus teléfonos

El celular se ha convertido en un objeto indispensable en nuestras vidas, y por su costo y la clase de información que almacena, cuidamos que no sufra ningún daño, aunque a veces es inevitable. En este sentido, cada vez más empresas mejoran sus procesos de control de calidad.

 

Entre ellas está Samsung, que, desde el incidente del Galaxy Note 7, reforzó su protocolo de seguridad con un sistema de ocho pasos.

 

Este protocolo expone las baterías de sus celulares a diversas pruebas. Con ellas se mide, por ejemplo, cómo reacciona a una sobrecarga, aumento de temperatura o astillamiento.

 

Las fuentes de energía también se someten a un proceso exhaustivo de carga y descarga, así como a una revisión mediante rayos X para detectar cualquier tipo de anomalía.

 

 

Sin embargo, el proceso de control de calidad de Samsung no solo revisa la durabilidad de la batería de un celular, sino todos sus componentes.

 

Algunas pruebas están orientadas a las preocupaciones más comunes de los usuarios: "¿Se romperá el teléfono si se me cae?", "¿Se quebrará si me siento sobre él?" o "¿Dejará de funcionar si se me cae al retrete?". 

 

Samsung es el fabricante líder en el mercado de celulares Android. Según datos de la consultora IDC, durante el último trimestre de 2016 vendió 77.5 millones de celulares, con lo que superó a fabricantes como Huawei, Oppo y Vivo.

De cara al lanzamiento del Galaxy S8, que será presentado el próximo 29 de marzo en Nueva York, DJ Koh, de la división móvil de la compañía, refrenda el compromiso por ofrecer productos seguros: “La seguridad siempre ha sido nuestra prioridad”.

© 2020 - parentesis.com Todos los derechos reservados