Por primera vez en diez años, Apple se vio apresurada a presentar la que tradicionalmente sería la nueva generación del iPhone. Eddy Cue, vicepresidente de Software, lució inquieto mientras hablaba de las características del iPhone 8 y 8 Plus, sucesores del iPhone 7 y 7 Plus. Con tono urgido, habló de mejoras porcentuales respecto de la generación pasada y apenas hizo una pausa para destacar las mejoras a la cámara de sus nuevos equipos con ejemplos, como acostumbra la compañía de Cupertino. Y es que hoy Apple saltó una generación –la del iPhone 7s– para hablar sin prisas del lanzamiento con el que celebra el décimo aniversario de su producto estrella: iPhone X.
“Este producto sienta las bases para la tecnología de los próximos diez años”, dijo Tim Cook, consejero delegado de Apple. iPhone X, como se llama en referencia al aniversario, se suma a la tendencia de teléfonos celulares con pantalla sin biseles, prácticamente abarca toda la superficie del equipo. La pantalla también tiene innovaciones en su interfaz: carece de botón de inicio, pero basta con tocarla para encenderla y deslizar el dedo sobre ella para operarlo. Y sin botón de inicio, el desbloqueo ahora se realiza con Face ID, como Apple llama a su nueva tecnología de seguridad que identifica el rostro del usuario para habilitar su uso. “Es natural e intuitiva”, destacó Eddy Cue mientras explicaba que funciona mediante una mezcla de hardware y procesos de inteligencia artificial, como aprendizaje automático. “Para el resto de nosotros equivale a que es fácil de utilizar”, ironizó.
Face ID también tendrá usos lúdicos, como “animoji”, emojis animados que imitan los gestos del usuario. Serán compatibles con aplicaciones nativas como iMessage, pero dada la popularidad del iPhone –50 millones de ventas durante el primer trimestre del año– el salto a WhatsApp parece natural.
La cámara, el elemento que permanece como el distintivo de calidad del iPhone por encima de otros smartphones, también fue renovada. Si bien los sensores se mantienen en los 12 megapixeles, destacó que ambos cuentan con estabilización óptica y aperturas de f/1.8 y f/2.4 para crear efectos de profundidad de campo. La cámara frontal, renovada en sí misma por la tecnología Face ID, también tendrá nuevas funciones; el Modo Retrato que tanto promocionó en el iPhone 7, es capaz de realizar retratos con fondos oscuros gracias a la cámara de profundidad.
También incorpora carga inalámbrica, uno de las funciones en las que Apple había mostrado rezago respecto de su competencia. Llama a esta tecnología Air Power y también permite cargar el nuevo Apple Watch Series 3 y los audífonos inalámbricos AirPods. Sin embargo, para ello se requiere una base que se venderá por separado.
El nuevo iPhone X también destaca por su precio. El modelo más asequible, con 64GB de almacenamiento, se venderá por 999 dólares. Se trata de un incremento de 54% respecto del precio introductorio del iPhone 7, de 649 dólares. Apple abrirá las preventas del equipo el próximo 27 de octubre, pero será distribuido hasta el 3 de noviembre.