Las filtraciones de los nuevos Pixel 3 guardan algo en común: parece que no se está hablando de un nuevo teléfono de Google o que la compañía no se estaría esforzando mucho por querer sorprender al mundo.
Además, llama la atención que los rumores fuertes no vienen de grandes filtradores, esos que se han ganado un espacio en la industria al ver sus predicciones hechas realidad en los eventos de lanzamiento.
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Del mejor modelo, el Pixel 3 XL, se ha dicho que incluiría un notch –nada discreto– en su pantalla, el cual puso de moda el iPhone X y fue retomado por gran parte de los fabricantes Android, y vendría con una cámara principal sencilla, cuando la óptica dual o con tres sensores ya empieza a ser norma.
Además, parece que la compañía californiana ha empezado a pedir permiso, a distintos canales de YouTube, para utilizar el material (no oficial) que se ha generado sobre la serie Pixel 3, el cual no precisamente dice maravillas de la misma.
Si es que el Pixel 3 XL se hace realidad como los trascendidos lo han mostrado, entonces Google debería despedir a su equipo de diseño, se ha dicho en uno de los clips, por ejemplo.
Entonces, la teoría de que nada de lo manifestado sobre la nueva familia de celulares de Google es cierto, está tomando fuerza. ¿Se verá un nuevo teléfono en el próximo evento de Google que dejará a más de uno con la boca abierta?
Si es así, los de Mountain View habrían logrado algo que parece imposible en estos tiempos: mantener en secreto su actualización de teléfonos Pixel en un contexto donde se sabe prácticamente todo de un celular antes de su presentación.
El Galaxy Note 9 es una muestra clara: antes del 9 de agosto, el día en que vio la luz, prácticamente ya se conocían todas sus características, así como las de su S Pen.
Ayer, Google mandó la invitación de prensa para su evento, el 9 de septiembre, que no da ninguna pista de lo que se podría esperar sobre sus próximos teléfonos. Entonces, hay esperanzas de que la compañía dé un giro de 360 grados, como se dice, y sorprenda a los usuarios.