Al escanear alguno de estos pequeños recuadros con un smartphone o una tablet, se corre el riesgo de perder información valiosa o hasta dinero, ya que según los laboratorios Kaspersky, existen criminales que están manipulando a propósito los códigos para verse beneficiados económicamente o simplemente dañar equipos de otras personas.
Los primeros casos en los que ciudadanos fueron afectados se dieron en Europa y Estados Unidos, pero, según comenta Tim Armstrong, investigador de malware para los laboratorios Kaspersky, el fenómeno se está empezando a esparcir por el mundo. Se trata de una nueva forma de fraude de la que hay que cuidarse.