La cuarta generación de Cruise AV es una Petición de Seguridad ante el Departamento de Movilidad de Estados Unidos, es el primer vehículo de conducción autónoma construido para operar de manera segura por sí mismo; sin conductor, volante, pedales, ni controles manuales.
El vehículo autónomo Cruise AV es el resultado de un desarrollo enfocado e incontables horas de pruebas y validaciones en el “mundo real”. Su estructura se basa en la del totalmente eléctrico Chevrolet Bolt EV, una plataforma diseñada como una puerta de entrada al futuro del transporte.
Tecnologías y sistemas de Cruise AV
Cuenta con avanzados sistemas y sensores con la capacidad de ver el entorno en 360°, tanto de día como de noche. Además, está diseñado para identificar peatones o cualquier objeto que se cruce en su camino repentinamente y responder en consecuencia. Puede maniobrar a través de conos, ceder el paso a vehículos de emergencia y reaccionar para evitar colisiones.
General Motors está desarrollando nuevos sistemas informáticos y tecnologías de sensores, como LiDAR, para hacer que la tecnología sea más accesible y disponible para todos, y, sobre todo, para seguir avanzando en las capacidades de desempeño de seguridad de los vehículos autónomos.
Al integrar desde el inicio el sistema de conducción autónoma en el vehículo, y mediante una estrecha coordinación entre el hardware y los equipos de software, se evaluaron posibles modos de falla para todos los sistemas y se abordaron durante el desarrollo para garantizar un producto seguro y confiable. Este enfoque en seguridad, combinado con las pruebas en uno de los entornos más complejos del mundo, le permite a General Motors, dar el siguiente paso con un vehículo seguro que elimina el volante, los pedales y otros controles manuales. Cruise AV tiene un nivel de seguridad que va más allá de las capacidades humanas.
Existen tres elementos clave para que el vehículo funcione: Percepción, Planeación y Control.