En el marco del Congreso Mundial de Sistemas de Transporte Inteligente, que inició el pasado martes en Detroit, Michigan, la automotriz Honda mostró lo que sería su automóvil de conducción autónoma.
El auto probado fue un Acura RLX sedán; este prototipo cuenta con cámaras que monitorean las líneas de los carriles y múltiples sensores de radar en el frente y los costados. En el techo integra una baliza (señal) que utiliza rayos láser para examinar constantemente los alrededores, y un GPS que ayuda al auto a mantenerse en una ruta establecida en los mapas y a ajustarse al límite de velocidad.
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La prueba constó de un recorrido alrededor de Detroit. El conductor quitó las manos del volante a medida que el vehículo ingresaba a la vía de alta velocidad. El auto aceleró hasta el limite de velocidad permitido y frenaba si se acercaba demasiado al auto que se encontraba por delante. Prendía las luces direccionales para cambiar de carril y esperaba hasta que hubiera un espacio libre.
Después ingresó fácilmente a otras dos vías rápidas y se orilló a la izquierda para evitar una zona en construcción. Para salir, redujo la velocidad a 56 km/h.
La firma japonesa ha estado trabajando en este prototipo durante aproximadamente un año, más varios otros en investigación. Honda aún no tiene una fecha exacta para el lanzamiento de esta tecnología al mercado, pero indica que podría estar disponible en 2020.