Este fin de semana se llevó a cabo la primera carrera en la historia de la Fórmula E, competencia destinada a monoplazas eléctricos. La cede fue la capital de China, donde se vivió toda la pasión del automovilismo deportivo ahora impulsado por baterías de ion-litio.
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El circuito urbano montado en el complejo olímpico de Beijing fue el testigo del triunfo del piloto brasileño Lucas di Grassi de la escudería Audi Sport ABT, seguido de los pilotos Franck Montagny y Sam Bird que llegaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.
Sin embargo, esta primera edición de la Fórmula E estuvo llena de drama, ya que todo el recorrido lo lideró Nicolas Prost –hijo de la leyenda de la Fórmula 1 Alan Prost–. El piloto de la escudería e.Dams Renault estaba a punto de llegar a la meta, pero en la última curva el alemán Nick Heidfeld intentó rebasarlo, lo que provocó un aparatoso accidente que dejó fuera de la carrera a ambos pilotos.
El próximo campeonato será el 22 de noviembre en Malasia.
Hablando de las características de esta competencia, todos los monoplazas cuentan con las mismas prestaciones, ninguno tiene ventajas sobre otros. Estos autos han sido dotados con un motor eléctrico de McLaren-Renault que permite alcanzar una aceleración de 0 a 100 km/h en 3 segundos y una velocidad máxima de 220 km/h.