Pero ¿cuándo un cosmético es considerado natural? Aún no hay un criterio establecido y reconocido oficialmente para considerar un producto orgánico o no. Lo que sí está comprobado es que cualquiera de los labiales, delineadores, mascaras para pestañas, maquillajes, rubores, sombras y demás productos que están compuestos en un 90 por ciento por materias de origen vegetal y mineral, son los que menos impacto tienen en el ambiente, particularmente en aguas residuales.
Un aspecto importante es que los cosméticos orgánicos promueven el cuidado del ambiente, dentro de este compromiso se encuentra el no integrar componentes de origen animal, ¡no pueden andar matando ositos o armadillos por ahí! Gran idea.
En México, ya hay varias marcas de productos que como carta de presentación tienen el nombre de orgánicos o naturales y varias de ellas han tenido gran éxito no sólo por las bondades que ofrecen, sino por las atractivas combinaciones que sorprendentemente resultan un acierto en mercadotecnia. A más de una nos ha parecido irresistible el olor de un exfoliante de maracuyá con coco.
Debemos mencionar que la fabricación de estos productos de belleza ha llevado muchísimo tiempo de experimentación e investigación previas, pues había un punto fundamental por resolver: ¿cómo evitar que un producto orgánico se descompusiera?
Estamos de acuerdo en que orgánico suena a que quizá no dure lo mismo que un producto común, es ahí donde la tecnología hizo lo suyo, y a través de ella se pudo envasar cosméticos al alto vacío, que consiste en sacar todo el aire del empaque y de este modo impedir la entrada de cualquier microorganismo que lo dañe. ¡Voila! Fue posible conservarlos durante largo tiempo.
Recomendaciones
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