El equipo se contactó con la Administración Federal de Aviación para colocar monitores de radiación dentro de un avión y medir directamente la radiación de las tormentas. Concluyeron que sí es posible que ésta afecte a los pasajeros, aunque que desconocen qué tan a menudo los aviones pueden estar en el lugar exacto cuando aparezca un rayo.
Visualmente los rayos pueden ser atractivos pero llegan a ser peligrosos. Recordemos las medidas que constantemente nos dicen para evitarlos: no estar cerca de un árbol o una superficie alta. Ahora se añade una más, no volar en avión cuando haya tormentas eléctricas.