El estudio identificó diferencias en una región del cromosoma 6, donde se encuentran los genes que controlan una parte clave del sistema inmune llamada el antígeno leucocitario humano, que es una molécula situada en la superficie de las células. Cuando esa molécula se agarra a un trozo pequeño de un virus, eso señaliza a las otras células que la célula está infectada y debe ser destruida. En función de los aminoácidos presentes en la molécula, la parte de un virus a la que se agarra será ligeramente diferente, y eso es lo que marca la diferencia dentro de los controladores del VIH.
Warner Greene, director del Instituto Gladstone de Virología e Inmunología de la Universidad de California en San Francisco, menciona que aún es demasiado pronto para utilizar esta información y diseñar una vacuna o fármaco contra el SIDA, aunque es un gran paso en esa dirección.