No, Star Wars no es real. Uno sale a la calle y mira un Tsuru transitar por las calles de la ciudad de México, no una speedbike. Uno mira hacia el cielo y ve, a lo sumo, un 747 de Aeroméxico, no al Millenium Falcon. Y, mucho menos, uno se asoma por su departamento para encontrar un droide.
Pero el fotógrafo Thomas Daggd cree que lo puede ser. Por ello, combina fotografías mundanas con algunos de los artefactos más asombrosos de Star Wars. Y lo hace en sobrios tonos blanco y negro…
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Y no, no es sólo un proyecto que quedará en el recuerdo. La serie de fotografías son la consecución de una visión de la niñez:
“La inspiración siempre estuvo ahí, de verdad. Tenía una imaginación muy inquieta de niño. Ésto era lo que veía cuando miraba al mundo. Si veía a un tipo corriendo, mi mente me remontaba a Luke durante su entrenamiento en Dagobah. Utilicé varios de mis juguetes y más valiosas posesiones en las composiciones.”
Imperdible…
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