¡Sí, MUTEK ya comenzó! Y lo hizo de forma espectacular, y en uno de los espacios artísticos más emblemáticos de la Ciudad de México: el Domo Digital del Papalote Museo del Niño, donde anoche se vivió una velada llena de ambiente experimental dando inició oficialmente a la edición 2017 de este festival.
MUTEK es una plataforma internacional para la integración y el desarrollo de la creatividad digital en el sonido, la música, las artes audiovisuales y la tecnología inmersiva y este año celebra su edición número 14 en nuestro país.
Damián Romero, director general y artístico del festival, agradeció a todos los que lo hacen posible año con año e hizo mención especial sobre los esfuerzos que tuvieron que hacerse este año en particular, debido al terremoto que sacudió a la Ciudad de México el pasado 19 de Septiembre. Expresó lo profundamente orgulloso y agradecido que se siente por contar con un equipo de colaboradores que lograron prácticamente rearmar el trabajo de todo un año en tan sólo un mes y dedicó esta edición de MUTEK a las víctimas y los afectados de este desastre natural.
Sin duda, el objetivo de esta plataforma es promover a los artistas más originales y visionarios que trabajan actualmente en estos campos; la intención es brindar un espacio de iniciación y descubrimiento para la audiencia.
Y lo que se vivió anoche no pudo ser mejor carta de presentación y apertura. A/ Visions 1 fue una invitación de Hennessy Very Especial y CENTRO, y constó de dos proyecciones: Hyperform, de Max Cooper & Maotik, y Liquid Architecture, por Diagraf, Ewerx & Wiklow.
El sonido y visuales presentados promueven una apertura hacia los lados más aventureros de la música electrónica y la creatividad digital. Y qué mejor lugar que el Domo Digital para poder apreciar la distribución armónica de un espacio infinito acompañado de figuras geométricas, túneles y elementos abstractos que hipnotizaron a los espectadores.
A/ Visions 1 cautivó a los asistentes e invitados, treinta minutos consolidaron el trabajo de los artistas, quienes en su instalación introdujeron los visuales suavemente con el manejo del todo y la nada, del blanco y negro paralelamente, pero con refrescantes destellos de colores. El juego de texturas brillantes y amorfas generaban un panorama caótico, que cambiaba constantemente al ritmo de los sonidos, coordinando así diferentes elementos en un infinito universo.
Hubo quienes viajaron en el espacio, otros se sintieron encerrados por Nikola Tesla en una esfera de plasma y unos más, como si estuvieran presenciando la historia de una civilización alienígena desde que nació y prosperó hasta que decayó, y de la cual sólo quedó una representación visual formada por puntos que orgánicamente se proyectan en el espacio.
El manejo de las figuras geométricas combinado con la música y la versatilidad del Domo Digital provocó que, por momentos, algunos espectadores pasaran de un sentimiento de claustrofobia, al sentirse encerrados en un cubo, a la libertad de apreciar el interior de una gran una pirámide desde su base. Todo a través de imágenes y música, y en asientos que permanecían completamente inmóviles.
MUTEK seguirá presentando los próximos días composiciones de este tipo en sus diferentes sedes, consulta aquí la programación completa de las distintas actividades, que concluirán el domingo 26 de noviembre en el Museo Tamayo.