Todos sabemos que al subir algo a internet -ya sea información, fotografías o videos- éstos se quedarán prácticamente para siempre, ya que aún cuando pueden ser “bajados”, el caché permanece, por lo que es posible acceder a la información, sin importar el tiempo que lleve en la web.
Sin embargo, aún cuando esto podría parecer una buena herramienta de investigación, resulta ser un gran obstáculo para empresas o personas físicas que en un pasado tuvieron sucesos no tan afortunados.
Tal es el caso del español Mario Costeja Gonzáles, quien en 1998 tuvo problemas financieros, por lo que subastó una de sus propiedades. Este suceso fue cubierto por los medios y finalmente llegó a internet. El problema central es que 16 años después la noticia sigue en línea, por lo que la reputación del señor González se ha visto dañada desde entonces, aún cuando su situación fue resuelta muchos años atrás.
Dado a lo acontecido, el Tribunal de Justicia de la Union Europea llegó a un acuerdo, por lo que el señor Mario Costeja podrá ejercer el “derecho a ser olvidado”. En este especial caso, el agravado en cuestión tiene que acudir a la Agencia Española de Protección de Datos, la cual actuará por el ciudadano de forma gratuita y, de encontrar los fundamentos necesarios, borrará toda la información de su caso disponible en la web.
Si a raíz de la solicitud de la persona afectada se comprueba que la inclusión de esos enlaces es incompatible actualmente con la directiva (de protección de datos personales), la información y los enlaces que figuran en la lista deben eliminarse", afirmó la Corte con sede en Luxemburgo en un comunicado.
Sin embargo, es importante mencionar que esta sentencia es única, por lo que otros casos similares tendrán que estudiarse de forma independiente y deberán presentar su solicitud directamente con el gestor de motor de búsqueda – en este caso Google-, quien tiene un plazo máximo de diez días para dar una respuesta.