La tecnología -y, en consecuencia, internet- es un rubro en el que forman parte activa creativa y ejecutiva tanto hombres como mujeres; sin embargo, son los primeros quienes suelen estar bajo el reflector, situación que genera ideas erróneas que a su vez repercuten en la vida de las jóvenes, como al momento de elegir una carrera.
A propósito del Reconocimiento Mujeres en la Economía Digital que la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) puso en marcha con apoyo de sus socios, platicamos con Luciana Araujo, gerente de Programas de Airbnb, que formó parte del comité organizacional de esta iniciativa y quien nos compartió algunas ideas en torno a la importancia de visibilizar el rol de la mujer en el espectro digital.
El reconocimiento -cuyas inscripciones cierran el 30 de abril para tener formal entrega el 17 de mayo- se divide en los rubros emprendimiento digital, microemprendimiento digital, comunidad y política pública, y sobre la necesidad de diferenciar emprendimiento y microemprendimiento, Araujo señala que la tecnología suele asociarse a grandes empresas, cuando lo cierto es que hay microempresarias a las que es necesario darles voz.
“La tecnología ha transformado la vida de millones de personas al facilitar el acceso a servicios que antes no estaban disponibles y también al hacer visibles no sólo a las grandes empresas, sino a las pequeñas empresas locales que antes eran casi imposibles de encontrar”, dijo.
“Han sido capaces, a través de la tecnología, de entrar en la economía digital y, especialmente en esta fase de reactivación económica post-pandémica, las plataformas digitales representan un verdadero motor de empoderamiento económico y fuente de ingresos, impactando en toda la cadena de valor alrededor de estos nuevos negocios”, añade.
Partiendo de la idea de que hay rubros que no necesariamente están circunscritos al término “economía digital” ligado a este reconocimiento y en los que hay mujeres destacando y cambiando paradigmas, como las redes sociales, le preguntamos a Araujo sobre la necesidad de ajustar más la visión para incluir lo que está ocurriendo con las mujeres en el Internet latinoamericano.
Al respecto, señala que internet quizá sea la herramienta más poderosa que ha inventado la humanidad y por excelencia es un lugar de intercambios, aprendizajes, cuestionamientos y producción científica. “La belleza de internet es precisamente que democratiza la información y el debate. Soy optimista y creo en las increíbles oportunidades que la web puede ofrecer para repensar las normas sociales y buscar la equidad de género”.
Y acerca de los motivos por los que faltan más mujeres que elijan una carrera en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), dice que internet es un reflejo de la vida y la sociedad y por ello muchas veces se enseña a las niñas que las ciencias exactas no son para ellas.
De ahí la relevancia de iniciativas como este reconocimiento: “Es necesario crear proyectos y políticas afirmativas en las que participen diversos actores de la sociedad para generar un cambio sistemático y sostenible que permita reducir la brecha de género en la tecnología”, concluyó.