La familia de Walter Huang, exingeniero de Apple, demandó a Tesla por la muerte de éste, que en 2018 se accidentó mientras conducía su Tesla Model X en piloto automático por la Ruta 101 en California.
La demanda contra el fabricante de automóviles eléctricos, alega muerte ilícita y negligencia derivada de fallas, así como falsas promesas con respecto al sistema de asistencia al conductor del piloto automático.
Presentada en el Tribunal Superior de California, señala que los errores cometidos por el sistema de asistencia del piloto automático de Tesla causaron el accidente que mató a Huang, quien tenía 38 años, y murió cuando su Tesla Model X 2017 golpeó una barrera de la autopista en la autopista 101 en Mountain View, California.
El argumento central de la demanda es que el sistema de lectura del Texla X interpretó equivocadamente las líneas que señalan la ruta en el asfalto, no detecto los muros de contención de concreto y en lugar de frenar y rectificar el curso, acelero con dirección a éstos.
En una publicación en su blog oficial el 30 de marzo, Tesla reconoció que el piloto automático se había activado en el momento del accidente. El fabricante dijo que el conductor había recibido varias advertencias visuales y una audible en la parte interior de la unidad y que las manos de éste no se detectaron en el volante durante los seis segundos previos a la colisión.
Tres semanas después del accidente, Tesla emitió una declaración culpando a Huang y negando la responsabilidad moral o legal por el accidente:
“Según la familia, el Sr. Huang era consciente de que el piloto automático no era perfecto y, específicamente, les dijo que no era confiable en esa ubicación exacta, sin embargo, aun así se comprometió con el piloto automático en esa ubicación. El accidente ocurrió en un día despejado con varios cientos de pies de visibilidad por delante, lo que significa que la única manera de que se haya producido este accidente es si el Sr. Huang no estaba prestando atención a la carretera, a pesar de que el automóvil proporcionó múltiples advertencias para hacerlo.”
En un informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) no se llegó a ninguna conclusión sobre la causa del accidente. Pero se encontró que el vehículo aceleró de 62 mph a 70.8 mph en los últimos tres segundos antes del impacto.
El informe también encontró que en los 18 minutos y 55 segundos antes del impacto, el Tesla proporcionó dos alertas visuales y una alerta auditiva para que el conductor colocara sus manos en el volante.
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