Tal vez Nigel Mills, político del Partido Conservador del Parlamento británico, estaba demasiado cansado y tratando de no quedarse dormido. Entonces decidió, como muchos hemos hecho, jugar un poco de Candy Crush Saga. Desafortunadamente lo hizo durante la sesión de la comisión parlamentaria y mientras sus colegas discutían sobre el tema de trabajo y pensiones.
Nota relacionada: Candy Crush, ¿en crisis?