Lee estuvo al frente durante más de 20 años, y es considerado como el hombre que logró transformar a Samsung. Pero en abril de 2008 la justicia lo encontró culpable de evasión de impuestos por 45 millones de dólares. El gobierno descubrió que el hecho de transferir bienes a su familia y a una empresa asociada, Samsung SDS, fueron maniobras para cubrir sus intenciones.
Después, llegó el perdón y el gobierno decidió suspenderle la pena a finales de 2009 pero con la esperanza de que el empresario, como miembro del Comité Olímpico Internacional, haga todo lo posible para que Corea del Sur sea sede de los próximos Juegos Olímpicos de invierno de 2018.
Un grupo de ejecutivos le pidieron a Lee que regresará a la dirección del Grupo Samsung y encaminara a la compañía por la difícil situación que atraviesa en la actualidad. He aquí el hombre de nuevo por las riendas que lo hicieron grande.