Como respuesta a los requerimientos de la Unión Europea, el CEO de Activision, Bobby Kotick, ha publicado una carta abierta sobre el tema. En ella, asegura que en la empresa siempre han comprendido la complejidad del proceso de venta y promete que seguirán colaborando con los organismos reguladores, señalando, además, que la transacción ya ha sido aprobada en otros mercados como el brasileño.
El ejecutivo afirma que, con este proceso de investigación, la Comisión Europea está “tratando de comprender mejor el negocio de los juegos”. En todo caso se muestra optimista sobre el cierre de una adquisición que rondaría los 68.700 millones de dólares y anticipa que se liquidará por completo a fines del año fiscal que finaliza en junio de 2023.