La venta de teléfonos inteligentes en México enfrenta una fuerte desaceleración debido al entorno actual: estamos en un contexto económico complejo. Todas estas consecuencias, derivan de causas tanto globales como internas, por ejemplo, la volatilidad de las guerras comerciales. Por otro lado, la inflación, que aunque es desacelerada, repercute en el poder adquisitivo de los consumidores.
Afectación a las principales operadoras
Las tres principales operadoras de telecomunicaciones en México han reportado caídas significativas en sus ingresos en la venta de equipos durante el primer trimestre del año. Telcel, reportó un descenso del 14.5% en ingresos por equipos, siendo el operador más afectado. Por su parte, AT&T aceptó un retroceso del 4.6%. También, Telefónica registró una caída del 9%.
Esto representa que, para los mexicanos es un reto comprar o renovar su smartphone. Durante enero y marzo, la venta se ha mantenido estancada, con alrededor de 8 millones de terminales móviles comercializadas, cifra que es prácticamente igual a la del año anterior, según datos de la consultora IDC. Que se haya mantenido estable refleja un mercado lento en la renovación de equipos y demuestra el comportamiento del consumidor.
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Aunque globalmente el mercado de smartphones mostró un leve crecimiento del 0.4% en el primer trimestre del 2025, que pudo ser provocado por la aceleración de producción para mitigar aumentos arancelarios, la demanda se mantiene baja. En México, el estancamiento se debe a que los usuarios extienden el ciclo de vida de sus teléfonos, cambiando en promedio después de 3 años o más.
Además, se ha visto un crecimiento en la compra de segunda mano, donde los consumidores prefieren adquirir a través de canales alternativos como tiendas departamentales o comercio electrónico.
Datos de la consultora Statista afirman que, el 22% de los mexicanos adquiere un teléfono después de tres años o más, mientras que el 56% de los usuarios lo compra a crédito entre un lapso de 12 a 24 meses. Que la mayoría de los mexicanos obtengan un equipo de esta manera no es buena noticia para los operadores tradicionales, pues la venta de smartphones representa el 33% de sus ingresos, de acuerdo a The Ciu.
El medio Expansión buscó a ambas telefonías (AT&T y Telcel), donde AT&T mencionó que la baja se debe a los cambios del dólar frente al peso, en donde se refleja la nula estabilidad entre el cambio de ambas monedas. Telcel no realizó comentarios al respecto.
En este contexto, es muy seguro, de acuerdo a The Ciu, que la venta de teléfonos se mantenga en picada, pues el panorama económico del país no muestra cambios significativos, lo que provocará más inseguridad en compras y la moderación de gastos, buscando opciones más económicas y accesibles para sus bolsillos.
Otro cambio significativo, es el lugar donde se adquieren los dispositivos. Para adquirir un teléfono con las operadoras, es normal que el usuario tenga que someterse a ciertos plazos forzosos y largos, con enganches y planes de pago no tan accesibles. Por ende, se han adoptado otros lugares de compra, como Walmart, Sam´s, Coppel, Costco, Elektra, etc, donde pagar no es tan engorroso. Este fenómeno de cambio ocurrió en pandemia y ha incrementado.
Las compañías han intentado cambiar esta situación, implementando esquemas de pago más flexibles, como pagos semanales y plazos de hasta 36 meses. Sin embargo, estas estrategias no han tenido el efecto esperado en 2025. Los consumidores continúan mostrando cautela en su gasto debido al entorno económico incierto, la inflación y la depreciación del peso frente al dólar.
Las empresas podrían replantear sus estrategias comerciales y canales de distribución para adaptarse a las nuevas preferencias del mercado.
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