El Banco de México (Banxico) anunció un recorte en su pronóstico de crecimiento económico para el año 2025. En su informe más reciente, llevado a cabo hoy 28 de mayo, la institución ajustó su expectativa del Producto Interno Bruto (PIB), en donde el pronóstico de crecimiento se situaba en 0.6 y bajó a 0.1.
En su informe trimestral anterior, Banxico proyectaba que la economía crecería 0.6% en 2025 y 1.8% en 2026.
Entre las razones principales de la corrección a la baja, se encuentra la desaceleración económica en Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de México, así como condiciones financieras globales. Aunque la inflación ha mostrado no ir en picada, sino ser más estable, las tasas de interés continúan elevadas, lo que ha reducido la inversión y el consumo, tanto a nivel empresarial como personal.
La combinación de una serie de factores amenazan el entorno, por ejemplo, Banxico señala que persisten ciertos riesgos internos que podrían afectar el desempeño económico, como la incertidumbre política tras las elecciones de 2024, el aumento del gasto público y las posibles presiones fiscales. Todas estas causas afectan la estabilidad económica que se esperaba en el reporte pasado.
Para la Institución se viene un periodo de crecimiento más lento y cauteloso, no tan alarmante para nombrarlo recesión. Ante el panorama, Banxico se comprometió a seguir monitoreando de cerca la evolución de la inflación, así como los factores de riesgo globales como los conflictos geopolíticos o las fallas en cadenas de suministro.
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Impacto general en la economía
Un crecimiento a cero o incluso negativo, como lo prevé Banxico para México con 0.1% para 2025, suele traducirse en menor creación de empleos o incluso pérdida de los mismos, lo que afecta la estabilidad laboral y el poder adquisitivo de las familias. Por otro lado, el consumo baja, debido a la incertidumbre económica y la inflación elevada limitan el gasto cotidiano, afectando la demanda de bienes y servicios.
Respecto a la inversión extranjera, la incertidumbre por los aranceles, política comercial y factores internos reduce la confianza empresarial, frenando inversiones nuevas y expansión de negocios. Por ejemplo, si a nivel personal o empresarial se requiere un crédito, las condiciones serán más estrictas y las tasas elevadas limitan la capacidad de inversión.
La mayoría de organismos internacionales y analistas coinciden en que méxico podría enfrentar un nulo crecimiento durante 2025, a pesar de ello, el gobierno buscará mantener finanzas públicas más estables con mayor eficiencia recaudatoria y gasto en programas sociales e infraestructura, mientras Banxico mantendrá tasas altas para controlar la inflación.
Lamentablemente, México tiene una dependencia fuerte al mercado de Estados Unidos, lo que hace al país vulnerable ante los aranceles y las tensiones comerciales.
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