La ola de ciberataques a empresas de tecnología continua y esta vez el creador de videojuegos Sega fue la víctima. La información de 1.3 millones de clientes fue robada de su base de datos, en lo que representa el más reciente de una serie de ataques cibernéticos contra las compañías de la industria de juegos.
Según la agencia Reuters, entre los datos que estuvieron expuestos durante el ataque están nombres, fechas de nacimiento, direcciones de correo electrónico y contraseñas encriptadas de los miembros de la red Sega Pass. Sin embargo, según la empresa, los datos de pago, como números de tarjeta de crédito, permanecieron a salvo. Después del ataque, la Sega Pass fue cerrada para evitar más violaciones.
"Estamos profundamente apenados por causar problemas a nuestros clientes. Queremos trabajar en el fortalecimiento de la seguridad", dijo Yoko Nagasawa, portavoz de Sega, y agregó que aún no está definida la fecha en la que se reactivara el servicio de Sega Pass.
El drama de Sega se suma al vivido por Sony y Nintendo que experimentaron ataques apenas hace un par de semanas.
Por si fuera poco, Lulz Security, el grupo de hackers que ha realizado ataques cibernéticos contra otras compañías de videojuegos, se ofreció a perseguir y castigar a los delincuentes virtuales que se introdujeron en la base de datos de Sega. No perdonan la burla.
