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La muerte en los tiempos del Internet


Si quieres que todas tus cuentas, perfiles y correos sean eliminados cuando "cuelgues los tenis", te recomendamos que tomes en cuenta estos puntos para dejar en orden tu vida digital.

por: Carla L. G. Hurtado Carla L. G. Hurtado

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La vida es muy corta como para andar buscando el par de nuestros calcetines, dicen. Quizá la vida sí sea muy corta y deberíamos poner algunas cosas en orden, sobre todo las digitales, antes de que cualquier cosa nos pase.

 

En estos tiempos modernos en los que nuestros perfiles en redes sociales son tan importantes, tanto para ti como para otros, debes saber qué hacer con ellos cuando pases a “otro plano”. Diversas redes sociales como Facebook y Twitter permiten a terceros notificar la muerte de un usuario.

 

En el caso de Facebook, el perfil de la persona fallecida puede convertirse en un “obituario” –por llamarlo de algún modo–, en el cual todos tus amigos y familia podrán entrar para recordar buenos momentos o bien dejar un comentario. 

Twitter, en cambio, es más frío y burocrático. En la página de soporte del sitio de micro bloging se dictan una serie de instrucciones para notificar a las oficinas de Twitter que tal usuario ha fallecido. Para realizar esta acción se debe enviar vía fax el acta de defunción y efectuar algo de papeleo –peor que oficina de gobierno en México, con la única finalidad de borrar la cuenta del usuario. El personal de Twitter remarca, con mucho énfasis, que sin importar de quién se trate no brindarán ningún tipo de información sobre la cuenta ni revelarán contraseñas. 

 

Ahora bien, te estarás preguntando qué pasa con tus cuentas de correo. Gmail cuenta con un sistema llamado Inactive Account Manager. IAM es un sistema preventivo y te ayuda a decidir qué pasará con tu cuenta y con toda la información que ésta alberga. Primero se debe establecer después de cuánto tiempo de inactividad la cuenta será dada de baja; ese tiempo puede ser desde tres meses hasta un año. Si después de ese tiempo no registra actividad alguna, Google mandará un correo a nuestra dirección y si no recibe respuesta contactará al familiar o persona designada para que tenga acceso a nuestra bandeja de entrada y ésta decida qué guardar y/o eliminar para después dar de baja la cuenta. Si no quieres que nadie tenga acceso a tu cuenta sin importar qué, puedes elegir que después del tiempo de inactividad tu cuenta sea borrada. El proceso es similar para cuentas de MSN y Hotmail. 

 

De un tiempo acá, se han vuelto populares los testamentos grabados en video y no es tan mala idea, pero no es la mejor opción. Un testamento debe elaborarse como lo marca la ley de cada país. Por ejemplo, en México son necesarios testigos y un juez. Se entiende que una persona completamente sana no piense ni un segundo en crear un testamento, pero por si acaso deseas grabar tu "última voluntad" existe una larga lista de aplicaciones que te ayudan a grabarla y guardarla. Sin embargo, cabe la posibilidad de que un juez no quiera considerarlo como un medio legal para heredar, dado que puede tratarse de material falso o alterado. 

 

En caso de querer borrar tu cuenta en otras redes sociales se pide enviar el acta de defunción junto con una copia de una identificación oficial del difunto. Probablemente demasiado papeleo para algo tan intangible y efímero como un perfil o una cuenta de correo.

 

Todo sería mucho más fácil si creas un acervo físico con todas tus cuentas y sus respectivas contraseñas. Existen servicios en línea como Legacy Locker, Asset Lock, Deathswitch, Password Box, Dashlane, entre muchos otros, que crean una base de datos a la cual solamente podrá acceder la persona que tú elijas como responsable en caso de tu muerte. Teniendo a la mano nombres de usuario, mails y contraseñas será mucho más rápida la clausura de tus cuentas. Sin embargo, todos estos servicios representan un gasto, que puede llegar hasta los $300 dólares. 

Bien dicen los abuelos, “hasta morirse cuesta dinero”. Si deseas que todas tus cuentas, perfiles y correos sean eliminados una vez que hayas colgado los tenis, todo será más sencillo, ágil y rápido si dejas anotado en papel una lista completa con todos tus datos para iniciar sesión en cada cuenta de correo y red social para desactivarlas. O por qué no, puedes hacer un listado de toda esa información en un documento de Excel, guardarlo en tu escritorio con un nombre bastante obvio y dejar instrucciones muy claras sobre qué hacer con qué. 

 

Dependerá de ti a quién le informes sobre dónde encontrar tus datos o bien, hazte a la idea de que cuando ya no estés tu perfil de Facebook se convertirá en un obituario 2.0 donde los que aún están en este mundo podrán pasar a “saludarte”.

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