Cada vez que estás a punto de subir una foto a Facebook, la red social te da la posibilidad de que identifiques a la persona de la imagen para que la etiquetes de manera rápida y ágil. Esto es posible usando algoritmos de reconocimiento facial que, cabe decir, son extremadamente avanzados y van más allá de 'solamente' reconocer que 'ahí hay una cara'.
Estos mismos algoritmos de reconocimiento facial hicieron posible la captura de un fugitivo que estuvo escondido por muchos años en Nepal.
El criminal, Neil Stammer (habitante de Nuevo México, Estados Unidos), fue capturado en 1999 por cargos de abuso sexual infantil y secuestro. Tras un juicio, consiguió libertad condicional bajo fianza, pero nunca se presentó para su comparecencia. En 2000 logró fugarse y, al ser "un tipo de 32 años que maneja una docena de idiomas pudo esconderse en cualquier lado", informó el agente especial Russ Wilson, coordinador de la división de Fugitivos de Albuquerque en un comunicado de prensa. Con los años, el caso de Stammer se enfrió y cayó en el olvido.
En enero del 2014, Wilson era el nuevo responsable del Departamento y el caso de Stammer era su prioridad. Con la esperanza de poder obtener ayuda de otras divisiones y departamentos del FBI, el agente publicó el póster con la cara del criminal. Fue cuando el agente especial del Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) –una rama del Departamento de Estado– halló, usando un software de reconocimiento facial, que el rostro de Stammer coincidía con la foto de un pasaporte que llevaba un nombre diferente.
El documento de identificación resultó ser falso. Stammer estaba escondido en Nepal bajo el nombre de Kevin Hodges y se dedicaba a dar clases de inglés y otros idiomas a jóvenes. El gobierno de Nepal cooperó con la DSS para capturar a Stammer y fue regresado a Estados Unidos para ser llevado a juicio.
Esta es una historia más en la cual la tecnología se lleva el papel de protagonista, ayudando a las personas a cumplir con sus objetivos.
