Luego de la lluvia de críticas que la red social ha recibido tras los documentos filtrados por Frances Haugen y publicados en The Wall Street Journal, Facebook ha tomado la medida de retrasar o frenar tanto el desarrollo como el lanzamiento de nuevos productos y funciones, con el fin de realizar "revisiones de reputación", para asegurarse de que no atraer más miradas de escrutinio ni críticas a sus plataformas y la forma en que se manejan.
Además, con las "revisiones de reputación" se busca demostrar que las redes y plataformas propiedad de la compañía no son dañinas para los usuarios, con un especial enfoque en los menores de edad.
El martes 5 de octubre, Facebook también fue criticado en las audiencias del Congreso por la denunciante Frances Haugen, quien arrojó más luz sobre la investigación interna de Facebook, así como su modelo de negocio y algoritmos que, según asegura, afectan a los usuarios en beneficio de los intereses de la red social.
Algunas de las acciones y declaraciones públicas recientes de Facebook respaldan la idea de que la compañía busca tener mucho cuidado en este momento. A fines de septiembre, la red social anunció que “pausaría” el desarrollo de una versión de Instagram para niños y adolescentes, debido a la preocupación que sus usuarios tenían sobre el proyecto.
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Por otro lado, mediante una publicación en Facebook compartida el martes –como respuesta al testimonio de Haugen ante el Congreso–, Mark Zuckerberg dijo que los líderes de la compañía harían "inmersiones profundas" en su trabajo actual para obtener una imagen más clara de cómo Facebook está tratando de hacer "contribuciones importantes en seguridad, integridad, investigación y producto".
The Wall Street Journal informa que Facebook ha designado un equipo especial para examinar todas las investigaciones que la compañía realiza internamente, con especial atención en aquellas que podrían dañar su imagen si se dan a conocer.
Todo esto indica que la empresa está en el proceso de realizar los ajustes y tomar las medidas que sea necesario para evitar que más información interna llegue a manos ajenas, así como tener un control de daños, ya que con este caso, las críticas y la presión mediática y social han adquirido mayores dimensiones que cuando ocurrió el escándalo de Cambridge Analytica.
Así que Facebook tiene un largo camino por recorrer para mejorar sus plataformas y empezar a prestar atención real al bienestar y la seguridad de quienes las usan.
