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Las seis velas del iPad


El iPad, ese gadget al que nadie le tenía fe en el ya lejano 2010, cumple 6 años de revolucionar la industria

por: Leandro Zanoni Leandro Zanoni

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A pesar de estar enfermo y muy demacrado, el 27 de enero de 2010 Steve Jobs juntó fuerzas para subirse al escenario en San Francisco y presentar una tableta táctil de 10 pulgadas bautizada “iPad”. Para muchos se trataba de un rotundo fracaso. “Es un iPod touch grande”, se burlaron con ironía y sarcasmo, como siempre suele pasar, en las redes sociales e incluso en varios medios. Que le faltaba cámara de fotos, que no tenía puerto USB, su alto precio, que no soportaba Flash, que no traía un puntero. Le dieron con todo. ¡Hasta Bill Gates habló! Dijo que el iPad era un buen lector de contenidos “pero no hay nada en el que me haga decir “ojalá lo hubiera hecho Microsoft”.

Pero, como la única verdad es la realidad, dos meses después, en marzo, el iPad les tapó la boca a todos. En apenas un mes, Apple ya había vendido un millón de tabletas. Pero para cuando terminó el año, la cifra trepó a 15 millones de unidades. Todo un éxito. Otro más de Apple, para formar la ya histórica trilogía iPod-iPhone-iPad, que en términos futbolísticos, no tiene nada que envidiarle a la de Messi, Neymar y Suárez del Barca.

En rigor, el iPad había nacido varios años antes, incluso antes del primer modelo de iPhone (2007). Pero el secreto del proyecto fue total porque Jobs no quería filtraciones que pudieran despertar a la competencia.

Después de aquella primera versión de 2010 llegaron otros modelos y tamaños. El iPad 2, Air, Mini, Retina Display y ahora, el más grande, el Pro. En total, después de seis años, Apple lleva vendidos 280 millones de unidades. Nada mal para un fracaso.

 

A continuación me animo a analizar tres razones para explicar el rotundo éxito del iPad:

 

1) Estamos en la llamada era “post PC” y el iPad es su emblema. Con esto me refiero a que atravesamos el fin de la PC tradicional, esas hogareñas grandotas con una CPU, monitor, teclado y mouse. No desaparecieron del todo, pero cada vez se venden menos. El embate de las notebooks, los smartphones, las tablets y otros dispositivos móviles (¿los relojes?) que aportan más comodidad e independencia, fue muy duro. En su momento, antes de morir, Steve Jobs dijo: “El fin de la PC es inevitable” y casi toda la industria se le fue al humo. Pero parece que el tiempo, una vez más, le dio la razón. 

 

2) El iPad hizo estallar por el aire las reglas con las que la industria se movía. Obligó a una docena de fabricantes a ponerse detrás de Apple y lanzar sus propias tabletas con Android o Windows 10. A Samsung y Lenovo les fue mejor con modelos decentes, pero hasta hoy ninguna de todas las marcas que lanzaron tablets (y fueron muchas, más de cien) pudo superar, ni en diseño, ni en performance ni en ventas, al iPad de la manzana.

 

3) Modificó los hábitos y las costumbres de millones de personas en todo el mundo. El iPad ofreció una nueva forma de conectarse, navegar por internet y usar las redes sociales, una experiencia de usuario completamente diferente y una, hasta ese momento, desconocida interacción bajo un ecosistema basado en aplicaciones (apps) para jugar, trabajar, leer libros, diseñar, escuchar música, ver videos, informarse, etc. Sin dudas que hay un antes y un después del iPad en cuanto al consumo y producción de contenidos de todo tipo. Y eso no es poco.

 

El iPad sopla sus primeras seis velitas. Parecen pocas si vemos todo lo que modificó. Ahora varios analistas ya le auguran poco tiempo de vida a las tabletas. Es cierto que sus ventas se estancaron en los últimos meses. Y también es cierto que los smartphones (sobre todos los más grandes, los “phablets”) podrían reemplazarlas en las preferencias y necesidades de los usuarios. Son conjeturas. No sabemos qué ocurrirá en los siguientes años. Pero lo único cierto hasta hoy es que el iPad que Jobs nos dejó señaló un rumbo y una cultura que, por ahora, sigue firme.

 

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