La tecnología ha avanzado a pasos agigantados en los últimos 10 ó 20 años. Quizá te resulte difícil imaginar un mundo sin Facebook o Twitter, pero existió. La gente se ponía de acuerdo para ir a una fiesta sin necesidad de una invitación electrónica, se enteraba de lo que pasaba en el mundo leyendo un periódico y se ponía en contacto con sus seres queridos mediante una carta o telegrama por el correo tradicional y funcionaba bastante bien.
Sin duda los grandes inventos de hoy nos han facilitado mucho las cosas y nos han acercado con gente que, de otro modo, jamás hubiéramos podido volver a ver o a saber de ellos.
Si nos detenemos un poco a recordar cómo se hacían las cosas antes –aparte de sentir nostalgia, nos asombramos de ver cómo todo ha cambiado. Basta con imaginar cómo se organizaba una fiesta; empecemos por partes.
1.- ¿Cómo llego a tu casa?
Después de decidir que harás una fiesta en tu casa, debías elaborar un croquis, el cual debías entregar a todos tus invitados para que supieran cómo llegar a tu casa. Bienaventurados tus mejores amigos porque ellos ya sabían llegar, pero quienes no, debían enfrentarse a dos cosas: a tus rayas chuecas y a la Guía Roji.
2.- Pasando la gasolinera, cuentas tres semáforos y a la izquierda
Los croquis, por ley natural, siempre fallaban. Así que siempre se tenía que dar la dirección completa para que pudieran buscar la mejor ruta de llegar a tu casa usando la Guía Roji. Sin temor a equivocarme, sé que pocos aprendieron a usarla de manera correcta. Encontrar una calle dependía, en primera instancia, de un índice donde se buscaba la calle por orden alfabético y luego por delegación. Ya encontrada la calle y la delegación, se obtenían dos coordenadas. Esas coordenadas se buscaban en otro índice para saber en qué pagina buscar el mapa. ¡Todo un reto!
Por si todo eso fuera poco, tenías de dos opciones: o memorizar el mapa o sacar una fotocopia de la hoja y sobre de ella, trazar tu ruta.
3.- Bailando, bailando. Amigos adiós, el silencio loco
Una fiesta no es fiesta si no hay música. Poner música en los años 80 y/o 90 no era tan sencillo como lo es ahora. Los discos de vinilo, esos platos negros enormes, resultaban ser muy delicados y necesitaban ser manejados con mucho cuidado para que no se rayaran. Así que entre canción y canción podía haber varios minutos de silencio. Por otro lado, si querías una canción en específico debías dominar el arte de mover la aguja del tocadiscos.
Años después llegaron los cassettes, que en ese tiempo costaban lo mismo que hoy un CD original de música. Quizás era un poco más sencillo adelantar o buscar una canción, pero seguía sin ser lo más óptimo. Seguramente las generaciones de ahora jamás sabrán la relación que existe entre un bolígrafo y un cassette.
Vaya que hay gran diferencia en cómo organizamos ese tipo de eventos hoy en día. Veamos los mismos tres pasos:
1.- Haces la invitación por Facebook.
2.- Pones el link de Google Maps.
3.- El día del evento conectas tu ipod o reproductor mp3 a tu equipo de sonido y listo.
¡Que empiece la fiesta!
En otros aspectos de la vida cotidiana, las cosas solían ser de otro modo, desde una tarde de videojuegos, hasta la forma en que disfrutábamos películas en la comodidad de casa.
4.- Player 1 y Player 2
Los videojuegos solían ser los protagonistas de la fiesta o de las reuniones (y lo siguen siendo). Era común que muchos amigos se reunieran para jugar con la consola Nintendo NES o el inolvidable Atari. Antes de poder jugar, se hacía un volado para decidir quiénes iban a jugar primero, puesto que solamente había un control o en el mejor de los casos, dos.
No podrán negar que una buena televisión maximiza la experiencia de jugar tu videojuego favorito. Si bien el término “pantalla plana” no es algo nuevo, si lo es el diseño. Las pantallas planas de antes llevaban ese nombre porque el monitor ya no era curvo, era una superficie de plasma con muchos más colores y nitidez que una televisión de cinescopio (si, las teles gorditas de la parte de atrás que pesaban media tonelada).
5.- E.T. phone home
Ponerte en contacto con tus familiares de provincia o con amigos que viven muy lejos es cuestión de un par de clics o de unos cuantos pesos para un mensaje de texto. La tecnología ha acercado a las personas que están lejos (y alejado a las que tenemos cerca); sin embargo, cuando los mensajes de texto e invitaciones por Facebook eran pura ciencia ficción, habían otros métodos de comunicación.
Si tenias algo sumamente urgente que comunicar, como el fallecimiento de una persona o pedir ayudar a un familiar que, para tu desgracia vivía en un pueblo remoto sin cableado telefónico, la forma mas inmediata de comunicación era mediante un telegrama. Pongamos, por favor, “inmediata” entrecomillado, porque un telegrama tarda 24 horas en llegar. Si, un telegrama era lo más inmediato en caso de no existir teléfono.
Si regresamos un poco al presente y nos detenemos a mirar el diseño de los smartphones podemos afirmar que todos se parecen. En algunos casos la única manera de identificar unos de otros es por la marca. Si bien los teléfonos móviles no llegaron hasta mucho después, los teléfonos fijos tenían su gracia. Había de todos los colores y formas. Yo siempre quise el teléfono de pato o el de hamburguesa.
Pero mucho antes de esos modelos alocados y divertidos, estaban los teléfonos de disco. Imagínate “discar” tu número de celular, o aún peor, una larga distancia. Y pobre de ti si te equivocabas. Los que llegaron a tener un teléfono de disco saben de lo que estoy hablando
6.- ¡Vamos a ver una película! - Va, pero primero rebobínala.
¿Rebobinar? parece que hiciéramos referencia a un ajuste mecánico de carros, pero no es así. Las películas se rebobinaban una vez después de vistas, claro, estoy hablando de formatos VHS y Beta.
Las películas en cassette tipo Beta fueron primero que las VHS y era material de cuidado y mantenimiento. No es que se tratase de un material frágil, pero con un mal golpe se podía romper, la cinta podía enredarse catastróficamente si se rebobinaba de manera muy rápida y con el paso de los años, la cinta podía pegarse (y arruinarse por completo) si no se giraba cada cierto tiempo.
Para rebobinarse una de estas cintas se podía hacer de dos maneras: la forma manual y la forma automática.
La forma manual requería una de estas joyas:
Mientras que la forma automática podía hacerse de dos formas. La primera era dentro del mismo reproductor (acción que no siempre se recomendaba porque algunos aparatos solían enredar la cinta) o con una de estas preciosidades:
Alguna de sus mejores variantes, venían con forma de un automóvil deportivo. ¡Dignas de colección!
Si tú crees que el cine 3D es algo de estos tiempos, te equivocas. El Cine 3D ya se estilaba y desde hace mucho tiempo, pero no tuvo el impacto esperado. Para disfrutar de una película en 3D en ese entonces eran necesarios estos lentes de papel y plástico:
Claro que también había cine en tercera dimensión en casa, podías tener siempre a tu alcance tu película favorita en tercera dimensión… aunque quizás un poco… estática, pero vaya, 3D al final de cuentas.
Hoy los amantes del 3D tienen una gran variedad de teles y algunos celulares a su disposición para consumir estos contenidos con toda la comodidad del mundo.
En conclusión, la tecnología ha transformado el entretenimiento en todos los sentidos, brindando más contenidos y medios para consumirlos en la comodidad de nuestras casas, en la calle y prácticamente en cualquier lugar y situación que se nos ocurra.
¿Se te ocurre alguna otra forma en que el entretenimiento haya cambiado de los 80´s y 90´s a la fecha?
Y si te perdiste nuestro especial de cómo ha cambiado la forma de estudiar en los 80s vs la era digital, chécalo aquí.
